۪ ⊹ ֗ primera parte 🤍

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Olivia había pasado los últimos tres años en la escuela de magia de Beauxbatons, bastante lejos de su familia, pero según ellos siempre le repetían "es una de las mejores escuelas, además así nos aseguramos que no te juntes con malas compañías." Ella sabía perfectamente a qué se referían por malas compañías, su familia era conocida por ser un poco. . . conservadores, pero Olivia estaba totalmente en contra de sus creencias. A veces se sentía un poco como la oveja negra de la familia.

Era Agosto cuando la posibilidad de cambiar de escuela salió en la conversación.
Mamá, me gustaría cambiarme de escuela.— Dijo Olivia con la mirada cabizbaja.
¿Por qué, querida? Sabes perfectamente que es una de las mejores escuelas, no permitiré que te cambies por tonterías.— Respondió la madre con un tono duro.
Es que . . . —Pensó rápido en una excusa la cual fuese lo suficientemente buena y ridícula para que su madre cayese en la trampa.
Es que os echo de menos, quiero estar más cerca vuestra. Hogwarts está a un paso de aquí, Beauxbatons esté literalmente en otro país. —Hizo la actuación de su vida, con los ojos medio aguados. Es cierto que Hogwarts estaba a un paso de casa, pero no los echaba de menos de ninguna manera. La verdadera razón es que allí al menos tendría a su primo Draco y no se sentiría tan sola.

Y así fue como logró convencer a su madre de que estaría mucho mejor en Hogwarts.

Al mes siguiente ya se encontraba en el expreso de camino a Hogwarts, su primera entrada en el tren fue tambaleándose haciendo honor a su fama como persona súper torpe. Pero gracias a que Draco estaba delante de ella no cayó de bruces contra el suelo del tren.

Olivia, a ver si vemos por donde pisamos.— Dijo Draco haciéndose el molesto pero en el fondo se estaba aguantando la risa, la cual no dejaba escapar por respeto a su prima.
Lo siento, Draco.— Olivia simplemente recogió su maleta y le dedicó una pequeña sonrisa.
Anda siéntate con nosotros, en el vagón de Slytherin.— Le tendió la mano.

Ambos se fueron atravesando varios vagones hasta llegar a los del final. Se notaba que aquellas familias eran de magos con dinero, todo estaba decorado exquisitamente, incluso había diferencias con los asientos corrientes y los de este vagón.
El viaje se hizo corto básicamente porque se lo pasó durmiendo en uno de sus asientos, apoyada en la ventana. A parte de hablar dos palabras con su primo no volvió a dirigirle la palabra a nadie en todo el trayecto, básicamente porque era una persona introvertida.

Una vez bajó del expreso la fría brisa del lago Hogwarts acariciaba el rostro de Olivia mientras, con paso decidido, cruzaba el umbral del castillo. La majestuosidad de las altas torres y la imponente arquitectura medieval la dejaron sin aliento.

En el Gran Comedor, los murmullos de los estudiantes llenaban el aire cuando la joven, recién llegada de Beauxbatons, caminó hacia el taburete donde la esperaba el Sombrero Seleccionador. Su corazón latía con fuerza, sintiendo la expectación y la incertidumbre. Las dudas del Sombrero resonaban en su mente, oscilando entre la astucia de Slytherin y la sabiduría de Ravenclaw.
Finalmente, el Sombrero proclamó "¡Ravenclaw!" y la sala estalló en aplausos.

Una vez terminó el gran banquete se dirigió a la sala común de Ravenclaw. Los ojos curiosos de la nueva Ravenclaw exploraron la sala común con detalle maravillándose con cada pequeña cosa que miraba. Derrotada del largo día, subió las escaleras hacia las habitaciones, encontrando la suya porque reconoció sus maletas con sus iniciales O. B.
Aquella noche, mientras se acomodaba en su dormitorio, contempló las maravillas de la sala común. Entre el brillo de las velas, la joven se sumergió en pensamientos de descubrimientos mágicos y amistades por venir.

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⏰ Last updated: Dec 05, 2023 ⏰

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