⛅I: Autocontrol

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El sol brillaba en Iwatobi, todo parecía ir bien para la familia Tachibana, era una mañana como cualquier otra

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El sol brillaba en Iwatobi, todo parecía ir bien para la familia Tachibana, era una mañana como cualquier otra.

Makoto acaba de terminar su desayuno, su madre estaba regañando a sus hermanos por estar peleándose y su padre ya estaba en el trabajo.

—¡Me voy a la escuela! —el chico de ojos verdes le dijo a su madre con una gran sonrisa a la par que hacía un ademán de despedida, ella y los mellizos se despidieron casi a coro al ver al alto atravesar la puerta y salir de casa.

Los rayos cálidos inundaron su piel bronceada, hizo una pequeña mueca al sentir tanta luz sobre su rostro, parecía que el verano quería hacer notar su presencia más que nunca y a su cuerpo parecían no gustarle mucho.

Makoto, como cualquier otro día subió las escaleras de piedra que conducían hacia la casa de su mejor amigo, cada paso que daba hacía que un olor familiar llegara a su nariz.

"Olor a mar"

Pensó, ese día se sentía especialmente fuerte, como si se hubiera vuelto un poco dulce, era difícil de explicar. Él siendo un beta nunca sentía olores fuera de lo común, su pueblo era costero y era inevitable no sentir el olor del mar.

Al llegar a la casa de Haru, forzó la puerta trasera para poder entrar, decidió restarle importancia a su olfato, no era nada fuera de lo común.

"Es solo mi imaginación" se dijo a sí mismo, el día anterior había acompañado a Ren y Ran a la playa para jugar con la arena, supuso que el olor aún estaba impregnado en él y que con el fuerte sol que hacía ese día, la ciudad empezaba a sentirse más costera de lo usual.

—Haru—Makoto ahora estaba afuera de la puerta donde sabía que el alfa disfrutaba sus mañanas—Voy a entrar—advirtió y giró la manija, allí frente a sus ojos verdes, estaba como siempre el de ojos azules—Vamos a llegar tarde... Otra vez—se quejó un poco y entonces se acercó a la bañera.

Haru sacó su cabeza del agua, los mechones negros y brillantes goteaban, alzó su mirada indiferente hacia su mejor amigo que ahora extendía su mano hacia él.

—Buenos días, Haru-chan—una gran sonrisa se formó en los labios rosas del joven beta, en cuanto la mano de su amigo tocó su piel, sintió un extraño calor, no era la corriente usual que siempre sentía al tocarlo a causa de su enamoramiento secreto, no, está vez era diferente, pestañeo un poco con confusión, pero no tuvo tiempo suficiente de procesarlo pues Haru ya había salido del baño después de murmurar su típico "Deja el chan"—Haru, espérame—Makoto se quejó y comenzó a caminar tras él.

Su mañana transcurrió igual, Haru desayunó caballa mientras Makoto lo miraba y después miraba al reloj, sabiendo que ya no tenía sentido llegar temprano.

Las horas de clases se sintieron eternas para el de ojos verdes, un dolor de cabeza comenzó a inundarlo y entrecerró sus ojos al mirar al tablero.

—Debí haber traído mis lentes—susurró para sí mismo, creyendo que la causa de su malestar provenía de sentarse tan atrás y esforzar de más su vista, aunque podía ver bien desde allí.

You || HarumakoWhere stories live. Discover now