Los Arctic Monkeys estaban de gira y yo iba a acompañarlos, como había hecho toda mi vida.

Amaba esta vida de ir de aquí para allá con música a mi alrededor, todos los días conocía a gente nueva, otros artistas y me ocupaba de documentar todo con mi cámara. Algo de la música y la mística que rodea a cada artista, las historias de cada banda me mantenía extasiada desde que era pequeña, simplemente era una de las pocas cosas que estaba segura en mi vida. Amaba la música. (Y a los músicos también.)

Reí por mis propios pensamientos y luego hablé un rato con Jamie y Katie, su esposa, que siempre fue muy dulce conmigo. Todos ahí me veian como una pequeña, a pesar de que no era tan menor de edad y ellos a mi edad eran salvajes pero yo no era de esa manera y dudaba de alguna vez serlo si tenía a Matt a mi lado. Me veía tranquila y sabía llevar ese aspecto bastante bien.

Arctic Monkeys ya no era una banda alocada, todos estaban por llegar a los cuarenta, tenían sus esposas, sus hijos y vestían trajes formales. Por dentro conservaban esa locura y apreciaba mucho formar parte de eso. El único que siempre parecía ir contra la corriente era Alex, que todavía vivía su vida con total libertad. El me veía como una hermana pero yo no lo podía ver de la misma forma, no podía actuar con el como actuaba con Nick o Jamie y por dentro sabía la respuesta del por qué, sólo que la ignoraba ya que sentía una extrema culpa de estar arruinando un ambiente familiar por mis deseos oscuros.

Solía pensar que era algo pasajero de niña, algo que eventualmente aceptaria que no pasaría, pero cada cumpleaños, que por cierto el estuvo en todos, quería morirme al darme cuenta que el sentimiento seguía estando y que se hacía más grande con el tiempo, era algo que no desaparecía y comenzaba a creer que se quedaría dentro mío para siempre. Guardaba muchos sentimientos de hacía tiempo y mis deseos de gritarle en la cara que lo amaba nunca dejaban de aparecer por mi mente.

Alex volvió con las cervezas y yo me encargué de sacarles fotos a todos, incluso a Katie y a kirstin, esposa de Nick. Matt se encontraba soltero pero nunca estaba solo, salía todas las noches y pasaba poco tiempo en casa. La actual novia de Alex estaba viajando no se donde y no importaba. Éramos nosotros y algunas personas que todavía trabajaban ordenando todo el estadio, riendo y disfrutando el momento.

Los chicos iban por su quinta cerveza, yo sólo por la segunda, Katie y Kirstin se habían ido temprano a casa con sus hijos ya que ya era tarde y comenzaban a fastidiarse. Le di una calada a mi cigarrillo que Matt sólo me dejaba fumar por estar "de fiesta", lo que el no sabía es que fumaba recurrentemente en mi habitación, en realidad, en toda la casa, cuando el no estaba.

- Deberías dejar eso, Lila - Alex me habló cerca del oído. - No es bueno.

Lo miré y Rodé los ojos. El tenía uno entre sus dedos también. Matt no había prestado atención.

- ¿Por qué?

- Ya te lo dije... No es bueno.

- ¿Desde cuando tú me prohibes cosas? - Claramente lo estaba fastidiando, no era capaz de pelear con Alex verdaderamente.

- ¿Desde cuando te has vuelto tan rebelde, eh?

Reí y rodé los ojos nuevamente y fumé de nuevo, el me miró mal y corrió su mirada, pero no se iba de mi lado. Estábamos en silencio, quietos.

Más tarde, me llamó mientras los demás seguían hablando entre los cables e instrumentos. Seguí su inconfundible figura sin omitir quejas con mi cigarrillo en mis dedos. Todavía llevaba su auténtico traje azul marino, solo que tenía la camisa un poco desabrochada y su postura cambiada.

Ya cuando estábamos demasiado lejos de los demás, se da la vuelta quedando al frente mío y me habló.

- ¿Por qué haces eso?

𝒊𝒍𝒍𝒊𝒄𝒊𝒕 𝒂𝒇𝒇𝒂𝒊𝒓𝒔 | ᴀʟᴇx ᴛᴜʀɴᴇʀحيث تعيش القصص. اكتشف الآن