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La manada había estado entrenando con los Cullen para la batalla contra los neofitos. Jasper tenía experiencia con ellos y sabía la forma de tener las menores fallas posibles.

Paul quería que Nefera esperara en casa de Emily cuando pasara la pelea contra los vampiros. Desde que se dió la noticia de como estaban creando un ejército de recién nacidos para acabar con bella, Paul estaba más apegado a Nefera en todo momento.

Ese día se encontraban de nuevo en el territorio Cullen.

Nefera había tratado de hacer las pases con bella, era su hermana y sabía en cualquier momento sería convertida y se tendría que ir.

— ¿No vas a pelear? ¿Te desgarraste algo?— El que Jacob buscará hacer enojar a Edward se convertía en el pan de día a día para Nef, según ella lo veía, Jacob quería hacerse el héroe frente a bella. Aunque está nunca lo viera.

— Lo está haciendo por mi.

Nefera se acomodó sobre la roca dónde estaba sentada.

— Jake, comienzas a incomodar.

— Este campo nos dará la ventaja durante la batalla. Necesitamos atraer a los recién nacidos con el aroma de bella, pero debe acabar aqui.

— Edward estará conmigo, pero si me lleva percibirán mi aroma.

— Su hediondez, sin embargo, es repugnante.

Nefera se acercó de nuevo a Jake.

— Seguro es por tú olor, Jake. Billy me a contado como puedes pasar hasta una semana sin bañarte, cochino.

— Si tuvieras una conexión con los recuerdos de Paul como yo seguramente no dirías eso.

Nef vio a Paul con una ceja levantada y volteo de nuevo a Jacob.

— ¿Que debería saber?

— Oh, descuida. Solo son cosas insignificantes como por ejemplo que para no "desperdiciar" tiempo antes de ir a verte no se baña y solo se moja sus ¡Oye! ¡Que mierda, Paul!

Una roca le había dado justo en la frente a Jacob. El responsable, Paul por supuesto.

— oigan por favor, volvamos a lo que sucede ahora.— Jasper trató de llamar la atención de nuevo al asunto.

— Lo que quiere decir, es que su olor camuflara el mío.

— Oh, esperen un momento.— Nefera tuvo de nuevo la atención.— Si el plan es que Jacob camufle el olor de Isi con el de él, ¿que hacemos Paul y yo aqui?

— En realidad esperaba que Paul pudiera quedarse con bella también.

— Edward eres tan lindo cuando quieres hacer que todos protejan a bella por ti.— se acercó a el cobrizo.— Pero Paul ya habló con Sam y estará en la batalla, querido.

Edward iba a renegar, tratando de obtener toda la protección posible para la castaña, pero Paul habló primero.

— Nef se quedará en la reserva, no tengo que proteger a nadie a parte de la manada en la pelea. No me quedaré en las montañas mientras mi manada pelea contra vampiros recién nacidos que tienen más fuerza que ustedes, mi prioridad es Nefera y ya que no estara en la batalla no tengo porque quedarme fuera de la pelea.

¿Acaso Nefera podría sentirse más enamorada de Paul? Seguramente.

La manera en que Paul siempre le deja en claro a todos que para él, el único propósito es cuidar de Nefera y que todo lo demás le valía era para Nefera lo mismo de azúcar para las hormigas.

Esas cosas hacían que Nefera se sintiera en las nubes.

Lo amaba, y de vez en cuando le gustaba que toda su atención estuviera en ella.

Jacob tomó a bella en brazos y desapareció rápido por la espesura del bosque.

Edward iba a correr detrás de ellos antes de que Paul hablara nuevamente.

— Que quede en claro algo, chupasangre. Cuando termine todo con los neofitos me iré directamente a por Nefera, lo que pase después no es asunto mío.

Y así, con una sonrisa boba en la cara y una sensación rara en el estómago, Nefera fue llevada de nuevo por Paul a casa de este.

[...]

— Paul, basta. Es la tercera vez.

Después de una día un poco largo al haber estado en territorio Cullen, luego estar la tarde completa con la manada, Paul había mantenido a la morena en su cama la mayor parte de la noche.

La morena estaba acostada con solo una camisa de Paul.

El moreno se apego a la espalda de Nef, pasando un brazo sobre su estómago y bajando la lentamente.

La sensación de la mano del moreno en su vientre bajo y su miembro erecto entre sus nalgas la mojó rápidamente.

Ambos estaban cansados, pero Paul no desperdiciaría cualquier momento para volver a estar dentro de Nefera.

Sentía a su lobo ansioso por la batalla y no quería separarse de ella.

Nef levantó levemente la pierna y Paul dirigió su mano hasta el centro húmedo, presionando su clítoris suave y pausadamente.

Paul sabía muy bien como le gustaba que la tocaran y lo aprovechaba cada vez que podía.

Nefera lo sintió tomar su muslo para moverse más cerca de ella y rozar la punta de su pene sobre la entrada ya resbaladiza de esta.

— no quisiera desperdiciar un solo momento antes de la batalla, cariño, solo déjame estar dentro una vez más.

Paul dejó suaves besos sobre su cuello y parte descubierto de su hombro.

Ambos soltaron un suave gemido ante la sensación, empujó suavemente y las caderas de Nefera se movieron contra él, subió una mano para sobar los pezones de la morena.

Subió poco a poco el ritmo de las embestidas hasta follarla de manera dura.

La habitación estaba llena de gemidos y jadeos de parte de ambos.

La follaba de una manera tan deliciosa que Nefera solo quería que se quedarán en la cama mientras Paul la destrozaba como él quisiera.

Nefera aumentó los movimientos de su cadera sobre la de su novio y sintió como Paul la tomaba más fuerte de las calderas.

La sensación del líquido viscoso en su ducto era adictiva. Sus respiraciones eran pausadas y pesadas. Paul salió lentamente de Nefera y acomodó las sábanas sobre ambos, pasando sus brazos sobre su cuerpo y quedando dormidos.

Lobo || Paul lahote ||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ