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"¿Sí o no?"

Por favor, Kou. Deja de llorar— expresó como un arrullo Keiji mientras frotaba la espalda en pequeñas caricias a su fornido jugador de voley  — Si sigues llorando, voy a terminar llorando contigo — con voz empezando a quebrarse, abrazo por la espalda a la reencarnación de María Magdalena.

¿Pero cuál es realmente el motivo del llanto de Kōtarō que está provocando el llanto de Keiji?

Bueno, los futuros padrinos de la criatura no se les ocurrió mejor idea que regalar una hermosa cuna, la cual tiene que ser armada por los futuros padres.

Lo que debió ser una tranquila y divertida tarde armando la nueva cuna, se convirtió en el estrés de los futuros padres. Keiji se dedica a leer las instrucciones y traducirlas para que Kōtarō pueda entenderlas y hacer uso de su fuerza para armar la, según las instrucciones "armado fácil", cuna.

Te juro que lo estoy intentado pero esto no parece una cuna... — la frustración del bicolor era grande, como se supone que cuidara a su futuro hijo si no puede armar la cama donde dormira. — Bueno no me queda de otra que compartir nuestra cama con nuestro hijo, voy a tener cuidado de no patearlo, o sino me iré al sillón ¡Pero en el sillón no podré abrazarte, Akaashi! Y eso me pondrá muy triste... ¡Ahora que hacemos! — fue recién cuando Kōtarō levantó la cara para ver los hermosos ojos del amor de su vida que se dio cuenta que él estaba enojado en lágrimas al igual que él.

Akaashi Keiji es una persona muy sensible aunque su semblante te haga pensar lo contrario, solo que para él es muy penoso demostrar su emociones muy abiertamente, fue difícil hasta para el poderoso, carismático y guapo Bokuto Kōtarō lograr que Keiji demuestre un poco de su amor en publico.

Así que tan pronto vio los ojos bañados en lágrimas del pelinegro, se levantó con él en brazos, con mucha facilidad, y lo llevo hasta su compartido nido de amor, su dormitorio.

Todo es mi culpa, yo supe que mi vida no sería igual de fácil que los demás porque me copié en la clase inglés, pero tiene que aceptar que el nivel de ese examen era  de la nada y yo un simple mortal que juega voley y te ama es difícil... Lo que quiero decir es que la culpa es de Kuroo. — a pesar de lo rápido que habló, Keiji logro entenderlo y solo se limitó a limpiarse el rostro con la parte contraria a sus manos y regalarle una sonrisa junto a un suspiro.

No es culpa de Kuroo, tampoco es culpa tuya... — sin dejar que lo interrumpan — y aunque esta mal que hayas copiado en un examen, esa tampoco es la razón de todo... Los dos estamos igual de cansados, tu por los entrenamientos y yo por todo esto de los cuidado por el embarazo.

Igual perdoname, nubecita... Te prometí nunca ser la razón de tus lágrimas y ahora fui el culpable de ellas... — cuando Keiji estaba apunto de insistir que no es su culpa — bueno la promesa tiene la excepción en el mete saca.

—¡Oh, por dios, Bokuto Kōtarō! ¡No digas esas cosa o irás al sillón! — se refugió de la vergüenza en el pecho de su gran amante mientras daba leves golpecitos en su pecho.

—¡Nooo, al sillón no! Si no le doy su besito de buenas noches a nuestra semillita el se pondrá triste y yo también si no te abrazo. — con la voz melancólica abrazo el cuerpo de Keiji.

Estos momentos son los favoritos de Keiji, el simple hecho de expresar su amor a su antiguo capitán y que él lo hago también es algo que nunca lo aburrirá.

— Kou, puedes traerme mi celular que está en la sala, por favor. — habló con una voz dulce Akaashi.

— Pero quiero abrazarte un rato más... — como un niño pequeño, el bicolor armó su pequeño berrinche del día, bueno uno de sus tantos berrinches del día.

Por favor, cariño. — como alma que lleva el diablo, salió Kōtarō del dormitorio con dirección a la sala de estar.

No fue menos de 3 minutos, que regreso al lado de Keiji a seguir abrazándolo.

— ¿A quien llamas, Keiji?.

— Ahora lo sabrás... — con una sonrisa divertida miro a los ojos dorados de Bokuto.

Al otro lado del teléfono, un amante al tinte rubio que ya no están rubio, se levantaba con flojera de su cama para ir hasta el escritorio a contestar la llamada.

" ¿Akaashi? ¿Como estás, pasó algo?"

" Que tal, kenma... Solo aquí con Kou... ¿Kuroo está cerca tuyo? "

Kōtarō como buen chismoso, escuchaba la conversación.

" Sí, está acá a mi lado."

" Puedes ponerme en altavoz, por favor."

"Claro... Listo. / Hola, cuñado."

"Hola, Kuroo... Bueno, antes de todo quiero que sepan que tanto Kōtarō como yo estamos profundamente agradecidos como ustedes por todo su apoyo... Pero por favor, hagan el regalo completo."

No pasó mucho tiempo para que Kuroo reviente en risas escandalosas.

" Espera jajaja, déjame adivinar. Mmh ¿2 horas?"

"Fallaste, 3 horas y media"

"Jajaja, mañana estaremos ahí / ¿Estaremos? / Sí, estaremos"

" Entonces, los veo mañana, cuídense."

"Adiós, bro. / Cuidate Keiji"

Después de eso se cortó la llamada, dejando nuevamente a la familia en silencio.

— Ahora no debemos preocuparnos más por esa cuna, recibiremos más ayuda mañana.

— Eres el mejor, Keiji.

—Fin de la parte 4 —
...¿Perdón?
Jajajaj mucho tiempo, pero llegó.
Ya no quiero ser adulto independente  jajaja
Como disculpas haré un capítulo especial.
Sin más que decir,
Muchas gracias por su apoyo,
Comentarios
Y votos.
Gracias ❤️‍🩹

Aifos fuera 🦉

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⏰ Last updated: Feb 28 ⏰

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Ya no somos dos [Bokuaka]Where stories live. Discover now