veinte. (final)

939 90 16
                                    

No sabía cuánto había corrido, tal vez había recorrido todos los rincones y no había ningún rastro del capitán

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

No sabía cuánto había corrido, tal vez había recorrido todos los rincones y no había ningún rastro del capitán.

¿Donde se había metido? ¿Se lo había tragado la tierra?

Justo cuando lo necesitaba, la primera vez que lo necesitaba y no aparecía.

Pensó que lo más seguro estuviera viendo alguno de los partidos, así que se dirigió a la cancha.

Pero en el camino, escucho su voz.

Bingo.

—¡Rubius!— Entró al salón en el que se encontraba el capitán, estaba hablando por teléfono.

El capitán vio confundido al menor.—Te habló después.— Dijo y cortó la llamada.

—Oh, que sorpresa, Quackity, ¿necesitas algo?— Hablo con una sonrisa.

—Sí, acompáñame, por favor.—

Rubius, sin cuestionar nada, lo siguió, no estaba muy seguro hacia donde lo dirigía el menor.

Sin saber que iba a la boca del lobo.

—¿A donde crees que fue Quackity?— Hablo Roier, habían pasado varios minutos desde que el menor abandonó el patio.

—Ni idea, pero mira a Luzu, se nota que se está desesperando porque no aparece.— Luzu estaba moviendo su pierna en señal de inquietud, no lo quería admitir pero tenía miedo.

Seguía sentando con sus brazos cruzados, viendo hacía el cielo.

Realmente es un lindo día…— Susurró el mayor para el mismo.

Cuando el menor apareció con el capitán, Luzu los vio sorprendido, realmente pensó que no lo iba a traer.

Pero fue más la sorpresa de Rubius, ahora se estaba arrepintiéndose de haberle hecho caso al menor.

—Luzu, Aquí está, como tú pediste.— El capitán se sentía nervioso.

—Bien, habla.—

Rubius solo estaba en silencio, realmente no tenía nada que decir, se había venido todo para abajo.

—Rubius y yo, no somos novios, ¡Él ha hecho todo esto para separarnos! por favor, Luzu, créeme…—

Luzu volteó a ver a Rubius, él capitán solo apartó la vista, se sentía avergonzado.

—Nunca pensé verte caer tan bajo, Rubius.— Se levantó y quedaron cara a cara.—Me das pena.—

El capitán solo soltó una risa.—Parece que mi plan se acabó.—

Luzu bufó, cuando de repente un golpe en seco sonó por todo el patio, el capitán había caído al suelo por un golpe de Luzu.

El mayor se limpió la sangre que estaba cayendo de su nariz.—Por lo menos me gustó verte sufrir un poco, Luzu.— Con un poco de dificultad, se levantó del suelo.

𝐁𝐎𝐍𝐈𝐓𝐎 › luckity.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz