-Tú padre y yo aún no teníamos planeado casarnos cuando nos enteramos que estaba embarazada de ti, mi madre, tú abuela se enojó demasiado conmigo, me gritó.

-COMO PUEDES SER TAN TONTA COMO PARA EMBARAZARTE ANTES DE CASARTE, LA CRIATURA QUE LLEGUE A SALIR DE TI NO PODRÍA LLEGAR AL TRONO Y PASARÁ A SER COMO TU HIJA O HIJO ILEGÍTIMO-apuntó al estómago de Adela.

-Madre respira, siempre podemos adelantar el matrimonio y hacer que nunca pasó nada-dijo Adela de forma tranquila.

-Apenas nazca ese bebé lo quiero fuera de esta casa-declaró mi madre para irse de la habitación dando un portazo.

-¿Entonces por mandato de mi abuela me abandonaste?-pregunté mientras jugaba con mis manos.

-No solo por eso hija-tomó una de mis manos- esta familia tiene un ritual que todas las generaciones obligadas deben de seguir-su voz empezó a sonar nerviosa.

-¿Ritual? ¿Qué ritual?-pregunte para voltearme al escuchar la puerta abrirse y ver como entraba un soldado y se sentaba delante mío, le pasó una hoja a mi madre que se veía antigua por el color que tenía.

-Para obtener el trono la reina y su hija deben jugar a las escondidas dentro del castillo, la primera que encuentre a la otra y la mata, obtiene el trono. Y en esta hoja está el pacto de sangre de nosotras hecho y sellado por una bruja, esta hoja sólo podrá ser destruida cuando una de las dos muera-dijo conteniendo sus lagrimas que para mi eran demasiado notables.

-Pero si yo nunca te he visto antes ¿Cómo le hicieron para hacer el pacto?-pregunté tomándome la cabeza.

-Apenas naciste te hicieron un ligero corte en la mano y con la sangre que cayó se hizo el pacto -dijo señalando la hoja.

-Necesito que me des tiempo, necesito asimilar todo esto pero hazme una promesa- dije parándome mirándola.

-Te escucho hija-dijo parándose de su asiento.

-Prometeme que durante este tiempo por nada del mundo mandaras a tus soldados a la casa de la familia de los López ya que me estoy quedando con ellos porque unos soldados-dije tirando una mirada fulminante al que estaba en la sala con nosotras- incendiaron mi casa.

-Te lo prometo solo si tú también me prometes que no seguirán robando en la calle- dijo mientras abría la puerta para irme a dejar a la entrada del palacio
-Lo prometo-salí del palacio y busque a Cassie con la mirada, al encontrarla le explique todo lo sucedido mientras que caminábamos a su casa.

-Dejame ver si entiendo bien, tú madre, la reina te tuvo antes de casarse y te tuvo que abandonar pero cuando naciste con una bruja hicieron un pacto de sangre que solo se rompe si una de las dos se mata haciendo su especie de ritual familiar-dijo quedándose sin respirar.

-Exacto-dije mientras me sentaba en la cama- te prometo que si la llego a matar te hare mi mano derecha.

-Nada de promesas acá-dijo tomando mis manos para pararme- tú Ana Rivera, vas a matar a la reina para poder ser libre y yo seré tú mano derecha para apoyarte en todo, ¿Está claro?-dijo de manera demandante.

-Más claro que el agua- dije volviéndome a acostar con una sonrisa.

De ser nada, a serlo todoWhere stories live. Discover now