☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti
pero yo pongo mi alma en el fuego por ti
nadie sabe, lo que yo haría no saben
que ni con cien mencione' van a hacernos mal
que tengan envidia se me hace normal
porque saben, porque to' el mundo lo sabe ☆
El único plan de Martina esa noche era asistir a la aburrida cena del plantel de la selección previo al primer partido del mundial.
Diecisiete años, queriendo salir de fiesta con sus amigas pero encerrada en su casa en París con amigos de su padre. Aún así, la noche se volvió más interesante cuando por la entrada principal entró un chico que no conocía personalmente y era nuevo en el plantel.
Para Enzo no fue todo color de rosas, aceptar a otra mujer en su vida no era fácil y peor si esa mujer es la hija del mejor jugador del mundo. La mayor red flag que le veía era saber que el plantel entero y un país iba a destruirlo si le sacaba solo una lágrima.
Para Martina tampoco, aceptar que la persona que amaba tenía una hija y que con su edad iba a meterse a una familia, dejar atrás toda su vida de adolescente para sentar cabeza y, lo peor, tener que enfrentarse a los dichos y quejas de los demás sobre lo que eligió.