Acordes menores

Capitulo 23

Levanté una ceja.

—¿Comprobar tus gustos? ¿Que gustos de pueden comprobar?

Se mordió el labio inferior y se acercó a mí sonriendo divertido. En vez de besarme en mis labios me beso en la mejilla, haciendo que todo mi cuerpo sintiera un temblor exquisito de esos que solo él es capaz de provocarme.

Se separó de mi y me coloco un plato a mi lado en la cocina, mientras seguíamos parados haciendo una mezcla de nata y fresa juntos. El colocó la nata y yo las fresas en el plato. Después, cogió una fresa y por encima nata, me la coloco en mi boca para morder y saborearla. El hace lo mismo después y asiste con la cabeza, porque le gusta esa misma mezcla y parece disfrutar de ella con gusto. Sin prestar atención, cogió la nata en su dedo índice y me toco la nariz manchándome.

Ahora parezco un payaso de natas.

—No—Grite

—¿Que me harás ahora Jude?

—Declararte la guerra.

Así que se lo devolví, pero salió mal me manche todo con esa nata derretida, la cara y alguna que otra parte de mi ropa. ¡Me gano con su fuerza! No podía dejar de reirme por el desastre que se había convertido todo... Estaba a punto de chuparle el cuello manchado hasta que las advertencias se cruzaron por mi mente antes como miles de veces para no hacerlo.

—Espera... Tienes nata en el cuello y no quiero quitarla por si...

—No te preocupes. Ya me la quitaré de ahí, pero que sepas que aun tengo tus huellas por mi piel.

—Espera, ¿no podré...? ¿Tocaste con normalidad aún que...?

—Es mejor que solo... Solo cuando lo hagamos y yo sepa que lo vas a hacer además podemos ir practicando sin estar en la cama y con la playlist, ¿te parece bien?

—Si, tocarte solo en la cama y aquí ir practicando lo del tacto ¿Es eso así?

—Algo...

—Uf, que lioso es esto de tus tocamientos tu ves enviándome, porque soy un despiste, nunca se cuando tocarte y cuando no... o espera, en la cama sí pero aquí no ¿Así? —No le deje responder—Podría meter la pata y tocarte, debería de ir con cuidado ahora que lo pienso, sea en la cama o no...

—Te lo haré saber, ¿pero te gustó la noche?

—¿La noche...? Emm... Si, me... Si estuvo bien, y me gusto tocarte, si me gusto que te tocara y lo demás también, no cambiaría nada...—¿Puedo dejar de hablar así de rápido cuando estoy nerviosa?

—Te gusto entonces.

—¿Que?—Parpadee un par de veces más

—Te gusto.

—Lo afirmas.

—Lo afirme porque cuando hablas así de rápido y dices muchas cosas a la vez es porque te gusto y le das muchas vueltas, como que hablas y hablas... Hasta que lo confirmo solo.

Ya me ha pillado.

— ¿Y a ti aún te molesta lo de que te tocara o se te ha pasado?

—Volvería a repetirlo miles de veces lo de que me tocaras aunque me molestara, pero mi madre está vez sí notaría nuestra ausencia...

—Que pena —Murmuré

—Pero me resulta divertido que note nuestra ausencia podríamos ir arriba solos y...—Da unos pasos hacia a mi

—¡Marcos!

—¿No te gustaría Jude que vayamos arriba solos y...?

—No es momento de provocarme esas intenciones.