-- Nadie debe saber acerca de lo nuestro, nos matarían si supieran... -- Dijo el chico de aspecto pálido.
-- Lo sé, no quiero imaginar todo lo que pasaría-- Dijo el chico de descendencia egipcia.
-- Será nuestro secreto...
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Los dos chicos se encontraban caminando por los pasillos de la escuela mientras hablaban del mismo tema de la plática del otro día.
-- Hola, chicos-- Llegó el fantasma.
-- Hola, Casper-- Ambos se alejaron entre sí y miraron al espectro.
-- ... ¿Nos vamos? Es que ya no quiero llegar tarde a la clase de Historia
-- Claro -- Dijeron los dos al unísono.
Ra y Mantha se miraron y soltaron una risa.
-- Siempre nos pasa eso
-- Pareciera que lo haces a propósito -- La chica lo empujó.
-- Tú eres la que lo hace a propósito
Casper comenzaba a sospechar acerca del porqué siempre estaban sus dos amigos actuando tan raro estas últimas dos semanas. Últimamente notaba a sus amigos algo distantes, sobre todo a Ra, quien siempre actuaba extraño, incluso no solía sostener su mirada más de cinco segundos, siempre que hablaban, el chico veía otro lugar. Mantha seguía igual, pero siempre que Ra aparecía, su forma de actuar cambiaba bastante. El joven no soportó más el cambio y decidió hablar con Ra de una vez por todas. En la clase de gimnasia estaba junto a la momia.
-- ¿Pasa algo? -- Dijo Casper mientras se encontraban en una partida de quemados.
-- ¿Qué? Nada, no ocurre nada -- Dijo sin siquiera mirarlo.
-- Es que estos últimos días has estado actuando muy extraño, como si quisieras alejarte de mi
El egipcio lo miró con sorpresa.
-- No, para nada. Eres un gran... amigo -- Habló con dificultad.
-- Veo que tú y Mantha han estado juntos más tiempo
-- Es que estamos haciendo un proyecto de la clase de... Literatura antigua, no nos apartamos de ti, eres un gran amigo y espero que así siga siendo hasta que nos gradué... -- Fue interrumpido por un balonazo de parte de Thatch.
-- Dejen de hablar ustedes dos, siempre despistados y nunca siendo de utilidad para su equipo
Todos comenzaron a reír. Nuevamente, Casper quería ayudar a su compañero, pero no podía. La momia se levantó por su cuenta y caminó hacia los asientos, donde iban los que ya habían sido quemados. El juego comenzó y el fantasma prestó atención. Si su amigo no le diría nada, entonces hablaría con Mantha.
[...]
Mantha estaba caminando por los pasillos, en ese momento, Casper atravesó un muro, poniéndose frente a frente con la chica.
-- Te conozco muy bien, sé que no puedes mentirme-- Dijo Casper mientras miraba directamente a la joven.
La joven soltó un pequeño brinco mientras miraba a su amigo, luego se calmó un poco.
