En esta batalla de egos entre dos cosplayers, no ganara el hombre mas fuerte, si no el que se convierta en la mujer mas bella.
Emanuel y Erick son dos cosplayers que se disputan el título de ser el mejor de la ciudad. Ambos comparten la pasión por e...
Emanuel se sentó frente al espejo, la luz tenue del tocador iluminando sus rasgos. Sobre la mesa, se extendía un arsenal de maquillajes y productos diseñados para esculpir su rostro. Con destreza, comenzó a aplicar la base, su piel adquiriendo un tono más uniforme. Observó cada pincelada, asegurándose de resaltar la feminidad en sus facciones.
Luego, se concentró en sus ojos, delineándolos con precisión. Las sombras aportaban profundidad, y unas pestañas postizas añadían un toque de misterio a su mirada. El maquillaje se convirtió en una máscara que ocultaba su identidad masculina, pero al mismo tiempo, hacia que se transformara en su alter ego femenino.
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Después, se centró en sus labios, eligiendo un tono vibrante que complementara su vestimenta. Cada movimiento era una obra de arte, una transformación que iba más allá de las capas de pigmento. Era como si cada pincelada diera vida a la versión femenina de Emanuel.
Con sus facciones resaltadas y su rostro impecablemente maquillado, llegó el momento de dar forma a su figura. Coloco cuidadosamente los rellenos de esponja que le proporcionaban curvas suaves y definidas. Caderas y pechos emergieron como por arte de magia convirtiéndolo en la imagen de la feminidad que deseaba proyectar.
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La peluca, una cascada de cabello negro azabache, largo y sedoso, fue el toque final. Emanuel la ajustó con cuidado, asegurándose de que cada hebra cayera en su lugar. Cuando se miró en el espejo, ya no vio a Emanuel; vio a la encarnación de su versión femenina.
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