VENGANZA

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Las luces de las sirenas de los coches policiales junto a la antigua fábrica en las afueras de Zafra iluminaba vagamente la noche y asustaba a los escasos vecinos de la zona que veían otra vez y en poco tiempo a las autoridades por allí.

El agente de homicidios Hernán entró en la sala abandonada para dirigirse a un policía que nada más verlo lo saludó.

-"¿que tenemos?"- Le dijo mirando hacía la zona dónde había un cuerpo tirado.

-"lo mismo que en las otras dos muertes, una marca en el tórax en forma de V y los testículos cercenados, habrá que esperar la autopsia pero todo coincide con las otras muertes"- dijo el agente mientras se acercaban al cadáver.

-"sin huellas, sin sangre, sin testigos"- se decía el agente Hernán a sí mismo -"los captura, los tortura y los mata, para luego traerlos aquí"

El policía lo miró fijamente.
-"¿por qué aquí?"-

Hernán devolvió la mirada al agente.
-"pronto saldremos de dudas"- dijo convencido.

-"esperemos que tenga razón y poder capturarlo antes de que vuelva a matar"- contestó el agente mirando el cuerpo tendido en el suelo, -"pero parece bastante complicado, nadie sabe nada, ni han visto ni han escuchado nada"-

De pronto el comisario apareció por sorpresa.

.-"Hernán"- dijo este casi gritando -"mañana a primera hora en mi despacho, tenemos que averiguar pronto quien es el puto psicópata que nos está jodiendo así"-

-"se que pronto daré con el, le doy mi palabra"- dijo este totalmente convencido -"no se preocupe"-

-"esperemos que así sea Hernán, nunca había sucedido algo así y no quiero que siga pasando"-

Pocos minutos después el agente de homicidios se marchó del lugar para descansar antes de verse con el comisario, llegó a su casa y entró en el salón, cuando se fijó en el televisor apagado vio reflejado un cuerpo detrás suyo pero al girarse éste no estaba, 'es sólo una alucinación' pensó, aún y así echo mano de la pistola y se dispuso a comprobar el piso.

Tras inspeccionar el piso volvió al salón y encontró un sobre pegado al televisor, sobresaltado empuñó su arma y caminó en estado vigilante, y comprobó el interior del sobre, había una fotografía de una muchacha muerta y una nota que decía:

'cobrare mi venganza, firmado; VICTORIA, Cuatro nombres de los cuáles tres estaban tachados y el cuarto, Nicolás Hernán'

-"no debiste hacerlo"- escuchó tras de sí, pero antes de poder reaccionar su cuerpo cayó al suelo inconsciente.

La mañana siguiente, en el cementerio municipal, un hombre con una bolsa de deporte se paró frente a una tumba, acarició la lápida de VICTORIA y removió la tierra, sacó una pequeña bolsa de la mochila y enterró los testículos cercenados anteriormente, miró la lápida y susurró -"nadie más volverá a sufrir por éstos indeseables, ahora podrás descansar hermana"

-"cuando Hernán deje de agonizar lo llevaré a la fábrica para que lo encuentren y se cierre el círculo"-

   ® KARL GaPa

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