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Han pasado algunos días, Kouyou y Chuuya se envían una carta semanal, incluso Dazai le regaló a Chuuya un halcón para que el envío de cartas sea más rápido.

Dazai es un hombre amable, un idiota a veces, pero es amable, o eso piensa Chuuya.

También es bastante inteligente, a veces él y Chuuya charlan y le sorprende el nivel de conocimiento que Dazai tiene.

—Chuuya ¿Qué tan bien sabes leer?— Pregunta Dazai apoyado en el marco de la puerta de la habitación de Chuuya.

—Bastante bien—

Dazai sonríe y extiende a Chuuya un libro.

Observa la portada.

—¿Jardinería?— Pregunta Chuuya.

—Pense que te vendría bien un pasatiempo y como yo no puedo salir al sol por mucho rato me gustaría que cuides mi jardín —

Chuuya ojea el libro, las ilustraciones son lindas, lee por encima algo del texto.

—Lo pensaré —

Dazai inclina ligeramente la cabeza tomando una de las manos de Chuuya y besandola.

—Entonces... nos vemos—

Chuuya se avergüenza un poco, desde que puso límites aquella vez Dazai se calmo significativamente, pero mantuvo una actitud... coqueta, supone.

Algunos elogios, besos en sus manos, miradas.

Chuuya se sentía extraño, Dazai había empezado a beber de su muñeca y no de su cuello, era más tardado pero menos íntimo y eso fue muy bueno para que pudiera aclarar su mente, pero aún así se sentía extraño.

Luego que Dazai terminara de beber ambos se sentaban a charlar un rato, generalmente Chuuya le hablaba de sus hermanas y Dazai de sus libros.

Chuuya encontraba a Dazai interesante, era un hombre muy listo, como se podría esperar de un noble. Chuuya nunca ha sido tonto, de hecho, iba a ir a la universidad pero entonces su hermanita enfermo y entre cuidarla y la crisis económica no se logró.

Honestamente no le interesaba demasiado la universidad, pero Kouyou insistió en que debería ir, que le gustaría que Chuuya tuviera un título universitario.

—Por cierto — Dazai llama su atención —Sobre el cumpleaños de Kyouka, ya organice el viaje, saldremos dos días antes y regresaremos dos días después ¿Te parece bien?—

Chuuya no puede evitar sonreírle a Dazai, definitivamente era mucho más tiempo del que esperaba, podrá estar con sus hermanas 5 días.

—Sí, es más de lo que esperaba, gracias—

Dazai estira su mano al rostro de Chuuya y pasa su cabello tras la oreja.

—No puedo arriesgarme a qué te reveles contra mí, no gano nada siendo demasiado malo—

Chuuya pone los ojos en blanco.

—¿No puedes simplemente hacer algo lindo y callarte?—

—¿Y privarme de tus bonitas muecas de molestia?—

Dazai ríe y luego sujeta el mentón de Chuuya con los dedos, observando con esos ojos cafés que, Chuuya jura, a veces se ven rojos como la sangre.

Dazai tiene unos ojos agudos e inteligentes, parecen analizar a Chuuya de pies a cabeza cada que se encuentran, y, también, le miran con hambre.

Cómo ahora, Dazai lo empuja con cuidado a la cama, no le sorprende, no ha comido en todo el día por el trabajo, algo que él llamó "Aburridas reuniones".

Malas decisiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora