—¿Ese es tu ex?.

Pablo estaba mirando la pantalla de mi celular, ya entiendo, no he cambiado el fondo de pantalla. Ha sido tan pronto que se me han olvidado esos detalles; en cuanto pueda borraré nuestras fotos de Instagram.

Mi fondo de pantalla era una foto de Marco en el campo besando su trofeo de fútbol.

Yo iba a poner una foto de ambos pero el dijo que esa porque salía con el amor de su vida; el trofeo.

Que ridículo.

Pablo se empezó a reír sosteniendo mi celular en sus manos, le hice cara de "Qué te pasa" y después me enseño lo que veía en mi teléfono.

Era la notificación de un mensaje de Marco que decía; "Te juro que esa foto es con inteligencia artificial".

—¿Cómo podías ser novia de ese intento fallido de Cristiano Ronaldo?.—se empezó a carcajear.

Le puse cara de pocos amigos y le quité mi celular.—Ese intento de Cristiano Ronaldo si se peinaba.—Sacudí su cabello y me levanté de la mesa.

—Me acabo de levantar—me dijo serio mientras se pasaba los dedos por su cabello.

—Yo también y mírame—me puse la mano en la barbilla y sonreí angelicalmente mientras dejaba el plato vacío del cereal el en lavabo.

Chasqueó la lengua y sonrió de lado.—¿Cuántos kilos de maquillaje traes puestos?.

Mi sonrisa se esfumó.—idiota.

Salí de la cocina; me senté en el sofá de la sala, prendí la tele y puse musica, específicamente "Beauty and A beat— de Justin Bieber". Pablo no tardó en hacer lo mismo que yo y sentarse en el sofá, hizo una mueca al escuchar la música.

—¿Qué es esa porquería que pusiste?—se tapó el oido fingiendo dolor.

¿PORQUERÍA?, como este simple mortal se atreve a ofender a Justin Bieber.

Puse los ojos en blanco.—No hay mayor porquería que un chico horrible llamado Pablo Scott.

Se encogió de hombros—Tienes gustos de niña de 12 años.

—Ya habló el único y diferente—fingí decírselo a una multitud.

Pablo subió los pies al sillón mientras cruzaba sus brazos—No sé si diferente pero si soy único.—sonrió con orgullo.

Tomé un cojín que estaba a lado de mi y estuve a punto de arrojárselo en la cara; pero cambie de idea cuando miré a mamá y a Ximena viéndonos desde el marco de la sala. Mamá me fulminó con la mirada mientras yo dejaba lentamente el cojín en su lugar. Ximena y mi madre se sentaron junto a nosotros.

—¡Chicos!.—chilló Ximena sonriente—.¡Vamos a pasar el verano en mi casa! .

Espera, ¡¿Qué?!.

Abrí los ojos de par en par, ¿pasar-el-verano-con-Pablo?.

¿Con ese injerto asqueroso?.

Busco a mi mamá con la mirada en busca de una respuesta, pero ella solo me da un sonrisa cerrada confirmándome la horrible noticia. Pablo miraba a su mamá con el ceño fruncido pero ella solo nos ignoraba y seguía sonriendo.

—Preparen sus maletas que por la tarde nos vamos a casa.—dió unos pequeños aplausos, se levantó del sillón y se fue a la cocina.

Mamá nos dió una sonrisa de "lo siento" antes de seguir a Ximena, desvié mi mirada hacía Pablo quien se recostó en el sofá con sus dedos masajeando su cien. Me paré del sillón y me fui a mi cuarto a preparar la maleta.

Un verano con mi enemigoWhere stories live. Discover now