𝖬𝗎𝗓𝖺𝗇

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(𝖭𝗈 𝗆𝖾 𝖺𝖼𝗎𝖾𝗋𝖽𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗅𝗈 𝗉𝗂𝖽𝗂𝗈́, 𝗆𝖾 𝗈𝗅𝗏𝗂𝖽𝖾 𝖽𝖾 𝖾𝗌𝖼𝗋𝗂𝖻𝗂𝗋 𝖾𝗅 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 :"𝗏)
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Fuiste vendida por muy pocas monedas, nadie sabía nada de ti ya que te encontraron moribunda cerca de un río, el hombre que te encontró se aprovechó de tu debilidad y te vendió por pocas monedas.

Fuiste a parar a una mansión dónde la única tarea que tenías, era cuidar del dueño que estaba enfermo, era un hombre joven y muy apuesto. Aún así te encargabas de el y de darle sus medicinas.

Una noche escuchaste ruidos y quejidos, al ir a ver qué pasaba el dueño de la mansión estaba tirado en el piso sin poder levantarse, te acercaste a el para ayudarlo a volver a su cama y al momento de que te ibas a ir te sujeto del brazo y no te permitió ir te de su lado

"𝖰𝗎𝖾́𝖽𝖺𝗍𝖾, 𝗉𝗈𝗋𝖿𝖺𝗏𝗈𝗋" fueron las palabras que dijo mientras sujetaba tu antebrazo con fuerza.
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Los días pasaron y el señor muzan mejoro, solo que no salía a la luz del sol ya que le hacía daño, el médico que se encargaba de el desapareció raramente y nunca se supo nada de el.

Ahora lo único que hacías era limpiar y lavar la ropa, hacer la comida y mantener el jardín estable. Ya que muchos de los trabajadores desaparecieron.

Mientras barrias el patio sentías la mirada de alguien puesta en ti, al voltear viste al señor parado en una parte muy oscura de la casa, tenías los ojos brillosos y esa tonalidad rojiza que tenía te hace sentir como una presa siendo acechada por su depredador.

Hiciste una reverencia y te fuiste ya que te sentías incómoda por su mirada puesta en ti. Cuando fuiste a la cocina viste que la mujer que se encargaba del almuerzo hoy no estaba, la buscaste por todos lados pero nada, desapareció.

Limpiabas la cocina luego de haber echo el almuerzo para el señor, el tenedor se cayó y cuando te agachas te viste una mancha rara abajo de la mesa, la tocaste y con la luz pudiste ver que era una mancha de sangre. Escuchaste pasos y limpiaste rápidamente la mancha.

-¿Que estás haciendo?- escuchaste la voz del señor muzan, lo miraste mientras limpiabas y el puso una mueca de asco -lavate las manos y ve a mi habitación ahora mismo-.

-si señor, deje me terminó con unas cosas y voy en seguida- tu voz era temblorosa, pensabas que alguien le había echo daño a la joven y se desiso del cuerpo.

Luego de unos minutos fuiste a su habitación donde estaba el sentado en el futón, dejaste la bandeja y hiciste una reverencia para alejarte.

-¿Quien dijo que te fueras?- te paraste en seco al escucharlo y tragaste saliva -voltea, ahora-.

-tengo....cosas que hacer...señor- escuchaste un gruñido y el se acercó a ti, puso su mano en la puerta impidiendo que salieras.

-no te irás, no hasta que termine contigo- te sujeto de la cintura y te arrastró hasta el futón, te arrojó en el y se quitó su Yukata dejando al descubierto su torso y sus fuertes brazos.

-se...señor...porfavor...- se tiro encima de ti y el sonrió y dejando ver sus colmillos, sus venas se marcaron y sus garras se expandieron, ibas a ponerte de pie pero puso su mano en tu cabeza y la empujó contra el futón.

-quedate quieta ¿No quieres que te lastime verdad?- soltaste un quejido y el se relamio los labios.

Se inclino y comenzó a besar tu cuello y hizo un camino hasta tus mejillas y llegó a tus labios, su aliento cálido chocaba contra tus labios, sus labios estaban húmedos y luego te beso bruscamente.

Soltaste un quejido y te separaste pero te sujeto del cuello para besarte de nuevo, se hizo paso con su lengua para poder meterla en tu boca y enrollar la con la tuya.

Te resistas ante el toque de el, sujetabas sus manos para quitarlas pero presionó con fuerza tu cuello dejándote sin aire. Tu cuerpo se debilitó y aprovecho para romper tus prendas.

Dejo tu cuerpo expuesto ante el y sonrió de una forma sinica y comenzó a morder tus hombros y brazos, mordió cada parte dejando que gotas de sangre salieran, al igual que hizo chupones en tu cuello y pecho.

Su lengua era larga y la movía alrededor de tu pezón izquierdo mientras pellizcaba el otro y lo jalaba, comenzo a succionarlo y jalarlo mientras jugaba el otro y apretaba tu seno.

Te puso boca abajo y mordió toda tu espalda y levanto tus caderas. Estabas agitada mientras sollozabas, sentiste algo duro y caliente entre tu muslo y viste que era su miembro, lamió toda tu raja y luego se posicionó en tu entrada y empujó su miembro rápidamente desgarrando tu interior y estirando lo.

𝘒𝘯𝘺: 𝘋𝘦𝘮𝘰𝘯𝘪𝘰𝘴 𝘟 𝘓𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳𝘢 〔+18〕Where stories live. Discover now