✶ : capítulo cinco

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ೀ ⠀̸⠀⠀꞉⠀
CINCO    0 0 5
"Mentiras"

ᥐ 🎤 ! ࣪ . ✦

—¿Me puedes dejar ganar aunque sea una vez? —refunfuñó el rizado, arrojando el control a un lado.

Llevaban toda la mañana jugando videojuegos que no entendía en lo absoluto. Había quedado en el último lugar en todas las carreras que han hecho.

—Los videojuegos no son lo tuyo en lo absoluto.

Harry puso los ojos en blanco, irritado por haber perdido tantas veces. Remangó las mangas de la sudadera rosada que llevaba encima, dejando a la vista sus muñecas.

Estaba en casa, no había necesidad para cubrirlas.

Ryan, su hermano mayor, giró su cabeza para verlo, bajando —siendo para nada discreto— su mirada hasta sus muñecas. Estiró su mano hasta estas, tomándolos con delicadeza, como si un movimiento brusco pudiera hacer que la cicatriz se esfumara.

—Ya no tienes nuevas —señaló y una sonrisa orgullosa se plasmó en sus labios —. Me alegra ver eso. Lo estás haciendo muy bien, hermanito.

—¿Tú crees?

Asintió sin dudarlo. —¡Por supuesto! Me pone muy feliz ver como recuperas tu chispa. Es genial venir a casa y ver a mi pequeño hermano tan alegre.

Lo estoy haciendo bien.

Ryan sentía su pecho lleno de felicidad. No existía mejor sentimiento que ver a su hermano pequeño volver a disfrutar la vida como antes.

El recuerdo de esa noche aún lo persigue hasta la fecha.

—Ryan.

El llamado pareció sacarlo de sus recuerdos. —¿Si? —la suave mano de su hermano menor se posó en su espalda.

—No es tu culpa —susurro lentamente —. Te lo he dicho muchas veces pero... por tu mirada, sé que lo sigues pensando.

—Un poco.

Harry suspiro, uniéndose a los malos recuerdos de esa noche. La noche en la que su vida se arruinó sin pensarlo.

⚟ ⚞

HACE CUATRO AÑOS.
Florencia, Italia.

Su primera fiesta. Se sentía como chico mayor en cuanto esa invitación cayó en sus manos, siendo el único de su clase en asistir.

Eso alimentó su enorme ego.

Fue acompañado por su mejor amigo y, para su sorpresa, su hermano también fue invitado por lo que, tendría la mejor seguridad del mundo.

—Cuida tu vaso.

Sin escucharle, el rizado desaprecio entre el gran cúmulo gente que bailaba en el centro de la pista improvisada que habían creado en medio del salón.

—¡Harry! —Ryan chilló.

Llegó hasta la cocina, donde se encontró a tres espeluznantes chicos. Desprendían un aroma raro, algo que alarmó al rizado de inmediato.

eye on the crowd  |  larry stylinsonWhere stories live. Discover now