EL SUEÑO DE UN MARINERO
Un marinero se levantó
por la mañana, cogió un lápiz y
un papel. Con un trino de fondo,
comenzó a escribir:
Deseo tocar las estrellas del
firmamento. Deseo saber cuantas
hay en el universo. Deseo poseer algunas
para mi apostadero. Deseo regalar una de
ellas por amor. Deseo sentir su luz
por la noche.
El marinero terminó declarando:
De Dios las estrellas son sus
lunares. Algunas le dan comezón; más otras
le causan ardor. Algunas adornan su rostro
y otras habitan su hombro. No sé cuantas
estrellas están en vuestra merced, pero
envidia me da las que tiene usted.
PAUL C*
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MISCELÁNEA
PoesiADVERTENCIA: Soy un nómada intelectual, un ciberfilósofo que desea compartir con el público lector estos poemas y pensamientos, tomados de la imaginación, así también del inconsciente. Aunque pudiera pensarse que carecen de un orden lógico, están re...