❥ ; 27 - Dejarse llevar

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—Entonces sois hermanos...

—Compartimos padre —aclaró Yarim. Nunca había considerado a los trillizos sus hermanos, pero entendía que a las personas que no los conocían les pareciera extraño que le gustara Kamran—. ¿Tan mal está?

Lumine y Aether se miraron y después soltaron una suave risita. Pensaban que su amigo estaba completamente loco, pero no iban a juzgarlo dado su punto de vista tan distante hacia su familia. Además, juntos parecían hechos el uno para el otro, no se parecían en nada y había algo en su forma de actuar que les parecía de lo más tierno.

—A ver, no es muy común, pero no es la primera vez que conocemos a alguien que está saliendo con otra persona de su familia, si las camadas son muy grandes puede pasar y más cuando vuestras madres son diferentes —dijo Aether, dejando un poco más tranquilo a Yarim.

Ya habían salido de clase y se dirigían a la cafetería. El omega no se esperaba la visita y cada vez estaba más contento con ella. Después de todo lo que había sucedido, aquello era como un soplo de aire fresco.

—Me da igual si es común o si no lo es... Le quiero de verdad, lo sé, lo siento en mi interior, como con él soy... yo mismo de una forma en la que no lo he sido con nadie. Es extraño, lo sé...

—No sabíamos que tenías un lado adorable —contestó Lumine—. Mira, allí están.

Yarim comenzó a mover la cola y fue el primero en caminar hacia ellos. Kiara había tenido otra clase, así que no tardaría en unirse en cuanto saliera. El mayor sonrió y no pudo evitar que su cola se agitara felizmente. Empezaba a ver que su hermana tenía razón, de pronto se había vuelto un ñoño.

—Hey, ¿qué tal la clase?

Yarim se acercó y rodeó la cintura adversa con sus brazos ya que, debido a lo alto que era, le costaba abrazar su cuello.

—Bien, aunque me han hecho un interrogatorio... —comentó el menor y apoyó la cabeza en el pecho del alfa.

—¿Y Kiara? —cuestionó Aletheia con las orejas agachadas mirando hacia todos lados.

—Buscadme un alfa o algo, por favor, no coman delante de los pobres —se quejó Lumine.

—Y a mí —siguió Aether.

Como si la hubieran invocado, Kiara apareció corriendo desde lejos y saludó a los chicos con su mano.

—Ufff, qué pesada es la profesora. Creí que no nos iban a dejar salir nunca —dijo la alfa totalmente agitada por la carrera que se había pegado y saludó a su novia con un besito en los labios.

Los gemelos se miraron y fueron a guardar un sitio en la cafetería para que pudieran sentarse a comer. Preferían dejar su espacio a los tortolitos.

—Pensaba que no te iba a dejar salir —dijo la omega y se abrazó fuerte a ella—. ¿Tienes entrenamiento esta tarde?

—Yo sí tengo, creo que hoy me toca con los alfas —comentó Yarim—. Por suerte ya sé que soy omega y no me pasará lo de la última vez...

Kamran se tensó al recordar lo que Kiara les había contado. No le gustaba saber que Yarim había estado en peligro, expuesto ante un montón de alfas, así que le era inevitable preocuparse de saber que iba a estar en un entrenamiento con ellos.

—¿Seguro que estarás bien? —cuestionó el alfa.

—¡Tranquilo! Yo también tengo entrenamiento, así que iremos juntos —dijo Kiara en tono animado.

—No te preocupes, soy fuerte aunque sea un omega —susurró antes de ponerse de puntillas para dejar un beso en los labios de Kamran—. Te hablaré esta noche para decirte que estoy bien, además Kiara estará allí.

Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora