Prólogo

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|Attilan|

Para quebrar a alguien no siempre es necesario atacar su cuerpo, basta con encontrar su punto débil, aquello que logre vulnerar su mente y corazón. Y usarlo en su contra.

—Es su misión, Samael—sonrió con gracia aquel que por tanto tiempo había buscado la forma de derrumbarlo y que ahora estaba más que complacido al ver la desesperación su mirada—este es su verdadero propósito y no hay nada que puedas hacer para evitarlo. No podrás salvarla. Ni tu, ni nadie.

Su respiración agitada producto de la furia, sus ojos llameantes y su mente nublada pensando en solo una cosa: encontrarla.

No podía perderla, no a ella.

— ¿¡Dónde está!?—Gritó empuñando fuertemente el arma en su mano, una daga, una que incluso a ellos podría matarlos sin problema.

Se acercó lleno de furia y sin darle tiempo de reaccionar realizó dos cortes, heridas superficiales que ardían como el mismo infierno.
Al menos eso se reflejaba en el rostro del ángel que intentaba resistirse al dolor de la tortura.

—¡Dime!—Exigió de nuevo con voz autoritaria.

Fue entonces cuando otra voz se hizo presente.

—Es inútil, la ascensión ya ha comenzado. Es la elegida para sellar nuestro destino y...su destrucción.

Aida, aquella mujer de mirada fría, esa mujer que tanto daño les había hecho y a la cual tantas veces había imaginado torturar hasta la muerte.

—No, ella jamás se uniría a ti, jamás sería parte de su juego macabro— Lucifer estaba completamente convencido de sus palabras cuando arrojó la daga directamente a través del abdomen de esa desagradable mujer, atrajo el arma nuevamente a su mano de forma inmediata asegurándose de causar una herida bastante dolorosa.

—Iluso—se burló en una carcajada ensangrentada—en... ningún momento fue pregunta, y en realidad—hablaba con dificultad al tiempo que sus rodillas impactaban en el suelo—ya lo hizo.

—Ultima oportunidad antes de que te mate—siseo el ángel caído—¿Donde está?—Aida sonrió envalentonada, incluso parecía burlarse de la misma muerte, en realidad así era.

—Corta una cabeza...y dos más la reemplazarán—fue todo lo que dijo antes de que con un movimiento certero por parte de Lucifer la daga atravesara completamente su corazón.

El cuerpo inerte se desplomó justo al mismo tiempo que el suelo comenzó a temblar.

Un temblor desenfrenado que generaba enormes grietas en el suelo y paredes, todo el lugar se sentía estremecer y no había que ser adivino para saber que se derrumbaría en cualquier momento.

Entonces lo supo, Lucifer Morningstar supo que algo andaba mal, todo andaba mal.
Había perdido a su todo por pasar demasiado tiempo siendo un idiota testarudo.

Había perdido a Daisy por ser un completo idiota testarudo.

La conocía bien, debió haberlo previsto, debió haberla protegido. Nada de esto habría pasado si él se hubiera encargado del problema desde el principio.
Si no la hubiera abandonado jamás...

Pero nada de eso importaba ya, ahora sólo tenía un objetivo y no le importaría mover cielo, tierra e infierno para cumplirlo, porque él necesitaba encontrarla.

Él necesitaba recuperarla antes de que fuera demasiado tarde.
Él la necesitaba a ella...

 Él la necesitaba a ella

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NA:

Querido lector, bienvenido a esta nueva historia.
Este es fanfic inspirado en las series  "Lucifer" y "Agents of Shield" por lo tanto los personajes pertenecen a Marvel y Dc respectivamente o a sus cadenas transmisoras ABC y Netflix. La historia es mía y No acepto copias ni adaptaciones de ningún tipo.

Ya que es un crossover podría decir que el punto de partida es luego de la tercera temporada de ambas series y de allí cambia la cronología de algunos eventos.

Por ahora eso es todo, espero que la historia llegue a ser de tu agrado, no olvides votar y comentar.

0-8-4: Misión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora