Capítulo 47

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Javier está agitado, pero no es por imaginarse a Louis detrás de él, sino por el semblante asesino de su alfa.

Su plan de llegar en secreto a salvar a todos y largarse al Whalien se fue por la borda al conseguirse justamente con el capitán Min en el salón del castillo que, observándolo muy bien, es casi idéntico al de su visión con las sirenas.

—Sergio está peleando con Louis —dice James interviniendo, aunque sabe que esa mirada de iris dorados en Min significa "corre mientras puedas"—. Javi nos salvó de ese lugar.

Le estoy preguntando a mi omega. —Todos tiemblan ante la furia de Min—. ¿Acaso no se da cuenta que lleva una vida dentro de sí?

—Yo... Lo siento. —El omega está temblando como gelatina, pero no sabe si se debe a la voz de mando o a su furiosa mirada—. Sentía incómodo nuestro lazo... y... yo... quise venir a ayudarlo.

Min se acerca con paso decidido al omega, notando sus ojos cristalizarse y cómo el miedo lo invade.

—Es el colmo que a estas alturas sigas haciendo estas cosas, pastelito. —El omega se deja envolver entre sus brazos y recibe un beso en su frente—. No quiero que te pase nada, prefiero morir yo y que tu estés vivo para nuestro cachorro.

—Yohn, si tú no estás yo no quiero vivir, tú eres todo lo que tengo... No... No lo soportaría. —Se escuchó un pequeño "pastelito tonto" de parte del capitán, no podía hacer nada para devolverlo al barco, están en un punto sin retorno donde deben terminar con lo que llegaron a hacer.

—¿Javier? ¿Mi pequeño Javier? —Aquella aguda voz solo puede significar lo peor.

—¿Mamá? —Javier siente petrificarse en los brazos del capitán Min al escuchar la voz de su madre, aquella que se lo intentó llevar la vez pasada.

—Está en trance —murmura Ricardo alertando a todos, que al parecer no entienden la situación—, miren bien sus ojos.

—Están... sin brillo —Oliver es el primero en notarlo.

—Hijo tienes que venir con mami. —La señora Park parece ignorar a los piratas a su alrededor, solo quiere acercarse a Javier que se mantiene oculto en los brazos de Min y suelta pequeños chillidos, no sabe qué hacer. El alfa gruñe al sentir la amenaza de que le quieran siquiera tocar a su omega.

—Claro que volverá con su mami. —Con una risa que les hace erizar la piel, Louis sale de la puerta rota de los calabozos con un poco de sangre adherida a sus ropas—. No deberías dudar de tu mamá, pequeño Javier, al menos ella no te lanzaría al enemigo como lo hace Yohn.

¡Cállate idiota, bueno para nada! —Por más rey que sea no puede evitar doblegarse ante la voz de su hermano alfa, por lo que retrocede y hace salir a un gran número de guardias detrás de él.

Jun les tira espadas a James y Oliver, mientras los betas van corriendo a tomar otras que colgaban como adornos en las paredes del salón. Todos los tripulantes se posicionan en el mismo bando.

—Yohn, por lo que más quiera, no mate a mi madre —Javier solloza con fuerza en el pecho del capitán y éste no sabe qué hacer. Lo peor del caso es que si de verdad está en trance, posiblemente estará así desde hace tiempo.

Javier tiene una batalla interna, no ve a Sergio, su madre actúa como embrujada caminando por todo el lugar sin un rumbo fijo, ¿Es posible sentirse más roto de lo que ya está? ¿Tendrá que presenciar el asesinato de su madre a manos de uno de los tripulantes del Whalien? O en el peor de los casos, ¿de sí mismo?

La idea lo atormenta, su visión se nubla, solo nota la espalda del capitán Min sirviéndole de escudo humano, todos están en combate, agradece las habilidades de los piratas que tienen más experiencia en peleas, especialmente James y Oliver cortan a sus enemigos que parecen interminables.

Altamar // EN FÍSICOWhere stories live. Discover now