Choi se escabulle hasta llegar a la entrada y se consigue con el joven Adrián que mantiene parte del cabello cubriendo su cara, en medio de la oscuridad.

—Mi rey, debería estar en la torre, no es seguro que esté por aquí. —Adrián traga en seco, al parecer su plan está funcionando.

Un grito desgarrador hace temblar al joven alfa que se esconde bajo el aroma y apariencia del Rey.

—¡No, Dave! —Es la voz del capitán Min, ya ha caído alguien más o eso puede confirmar Adrián al ver el cuerpo del otro en el suelo con tres espadas clavadas en su pecho, trata de calmarse, no puede ser descubierto en ese momento. Debe alejar a Choi, pero no quiere hablar para no delatarse a sí mismo, no tiene el mismo tono de voz de Louis por lo que procede a seguir al otro alfa escaleras arriba.

Lo que ninguno quiere son pérdidas humanas, pero están conscientes de que pueden suceder por la crueldad de Louis.

Javier se encuentra en una carrera contra el tiempo, antes de ser descubierto por el enemigo o por un enfurecido Yohn que le recriminará el haberse escapado del Whalien.

—Ayúdame a cortar esas cadenas o abrirlas no sé, haz algo. —Javier no sabe cómo, pero le está dando órdenes al alfa.

—Soy un alfa, pero tampoco tengo esa capacidad de abrir metal, Javier. —Sergio respira profundo tratando de no tomar por la fuerza a Javier y llevarlo a rastras hasta el Whalien—. Debe haber algún tipo de llave.

—Tenemos ésta, no es la misma, pero si la limamos con las rocas quizás... sirva. —Daniel saca una llave algo larga, quizás más de lo que era la cerradura de las cadenas, no pierden nada con intentarlo.

Mientras Ricardo vigila la entrada agradeciendo la falta de vigilancia, los demás tratan de liberar a los más jóvenes.

Un clic suena indicando que las cerraduras han sido abiertas liberando a los pequeños revoltosos del Whalien.

—¡Javiii! —Ambos se levantan y abrazan al omega, tocan su pancita, lloran felices de poder ver a sus amigos nuevamente.

—Yo también los extrañé, salgamos de acá. —El omega los hala y busca salir escoltado por los betas y por Sergio que se encuentra armado.

Lo mejor es salir del mismo modo en el que entraron, poco a poco suben las escaleras, logran visualizar la escasa luz de la luna, pero una figura se les interpone en la salida, un joven de piel blanca y mirada afilada como si del gato más peligroso se tratara. Sergio y James no dudan en ponerse al frente soltando unos fuertes gruñidos, su deber es proteger a sus amigos, en especial al omega del capitán.

—Interesante... —Arrastra cada una de sus palabras—. No me esperaba que la pareja de mi hermano viniera, pero qué irresponsable es Yohn.

—Louis... —Javier le dirige una cruel mirada, sacando su espada, es él o el enemigo, el que caerá al suelo y no va a permitir que lastime a su cachorro.

—James... ¡Llévatelos! —El nombrado solo asiente saliendo por otra puerta halando a Javier y a Oliver, Sergio se queda al frente, si es necesario lo matará con sus propias manos.

Ahora, ambos lados están en peligro. Javier con el corazón apretujado por dejar atrás a aquel hombre que es como un padre, solo le queda esperar y rezar porque salga triunfante, mientras James se lo lleva lejos de la vista del rey.

Yohn, por su parte, no está de acuerdo en abandonar a sus amigos caídos porque aunque no lo quiera admitir se ha encariñado con los nuevos tripulantes. Debe endurecer su corazón en este momento y actuar como el pirata que es.

¡Entren al castillo, obedezcan! —Min empuja a todos con su voz de mando, tienen que abandonar el cuerpo de Dave, no hay nada que puedan hacer por él.

Pasan por la cocina real, llegan al salón principal, donde se ubican los tronos reales, Jude saca pequeñas dagas y las deja listas para lanzárselas a sus enemigos. El lugar es amplio, detalles en dorado resaltan. La nostalgia invade a los que ya estuvieron allí antes. Min siente su corazón flaquear al ver los cuatro tronos, a pesar de todo el tiempo que pasó, sus padres habían estado esperando por él.

Muchos ruidos se escuchan cerca, pero no hay rastros del enemigo en el lugar. Lo extraño es que el lazo de Yohn se siente tenso, como si su omega se encontrara en un enfrentamiento y eso es algo que lo tiene desesperado, necesita saber que su pastelito se encuentra bien, quiere confiar en que Sergio lo tiene, aunque sea amarrado en una habitación para evitar que salga.

Un fuerte estruendo se escucha y Min abre los ojos de golpe al notar a James tumbando la puerta de las catacumbas, sale al salón central, pero lo que más los deja en shock, es ver a Javier allí, tomado de la mano de Oliver.

Javier —El capitán Min está verdaderamente molesto y puede notar a su espíritu alfa presente—. ¿Qué se supone que haces aquí? ¿Dónde está Sergio?

—Capitán... —musita Javier. Está en problemas.

Altamar // EN FÍSICOWhere stories live. Discover now