Percepción Amiga

16 3 0
                                    

- Oh santo Jirachi!!! Fue increíble -.

Máx no podía haber descrito de mejor manera el resultado del combate, pues no siempre se veía un combate de ese estilo.

Por su lado, May y Blaziken se encontraban en su propio mundo mientras en su mente se presentaba una sola idea.

"Hay que pelear contra Ash Ketchum, A-HO-RA"

Teniendo eso en su mente, May se levantó del sofá sin decir nada, cosa que extrañó a su hermano.

- May, a donde vas? -.

- A buscar boletos de avión. -.

- ¿Para? -

- Nos vamos a Alola, no está tan lejos de aquí. -.

- P-pero son 12 horas de viaje -.

- ¿No quieres ir? -.

- N-nunca dije eso -.

- Muy bien, pasaremos por Sinnoh antes de llegar, creo que habrá alguien que también querrá ir. -.
.
.
.
.

Alola - Arena del Estadio

Aún si las grandes vibraciones del estadio parecían hacer difícil incluso el hecho de intentar caminar, Ash y Acerola se acercaron entre si, llegando donde sus Pokémon se encontraban.

La nativa de Alola se agachó al lado de Raphoo, poniendo su mano junto a la suya sintiendo su natural frío.

- Lo hiciste genial, Raphoo, fuiste increíble. -dijo viendo como su Pokémon le daba una amarga curva algo forzada, pero de igual manera soltó una risotada cuando vio a Krookodile y su entrenador acercándose.

- Fue una batalla increíble, la Neblina fue una idea estupenda, no se me habría ocurrido en ese momento jaja. -.

Acerola no podía entender por completo cómo una capacidad tan increíble para las batallas podía compartir persona con la explosiva y atrayente personalidad que el azabache destilaba.

- Hubiera sido mejor ganar la batalla, pero si, fue una muy buena experiencia. -correspondiendo a aquellos cálidos sentimientos, la Médium le dedicó una brillante expresión.

Devolvió a Gengar a su Pokeball, se levantó y le extendió la mano a Ash, quien no necesitó más para aceptar el gesto.

- Sabes? Cuando estuvimos en ese raro plano no material, pude ver algo muy curioso surgiendo de ti. -dijo con su mano libre en su mentón- Si es lo que creo, pues no debo preocuparme por muchas cosas. -.

- ¿Uh? ¿Como cuáles? -.

En un pequeño movimiento, Acerola se acercó a él, intentando llegar al lado suyo poniéndose de puntitas debido a la diferencia de alturas.

- Como en quién es la persona que nos mostrará al resto del mundo, eres una fuente de hermosos ideales...Espero que ganes, ahora que tienes mis sueños junto a ti, pues supongo no hay alguien mejor que el sol que tengo frente mío -.

- Buena suerte, Astro Naciente -.

Con eso dicho, se separó dejando a un muy confundido Ash, quien se quedó estático viendo como la figura de Acerola se desvanecía entre las sombras de los pasillos del estadio, antes de que un ligero brillo violeta la siguiera.

.
.
.
.

Afueras del Estadio

En un nuevo destello, Acerola Apreció junto a Mimikins, quien frotaba su descolorida mejilla contra el rostro de su entrenadora.

No te Rindas JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora