Tocaba sus piernas de manera intensa, las olfatee y las besé por encima de sus medias oscuras, mis manos subian hasta sus caderas, contorneandolas, Sangah se inclinó un poco y yo hundí mi rostro entre sus gluteos, lami sus medias apegadas a sus piernas, luego con mis dedos rompí la fina textura de aquella prenda, hice a un lado las diminutas bragas que ella llevaba puesto y comencé a lamer su vagina.
La vagina de Sangah es una delicia, sus labios intimos estaban húmedos, y yo bebí de ellos, estaba sediento de su pasión y mi lengua comenzó a penetrarla. Sangah gemia ante la sensaciones que yo le provocaba, eran momentos en los que ella desataba todos sus deseos. Luego de jugar en su feminidad, mi lengua se dirigió en medio de sus glúteos, y mi lengua comenzó a moverse en círculos en el ano de Sangah. Ella se estremecia ante mis juegos eróticos, el ano de Sangah era bastante sensible, así que comencé a darle un beso negro, ella en ese momento gimió fuertemente, su vagina destilaba deseo, seguí con aquel beso negro y ella en unos instantes llegó a un orgasmo bastante intenso.
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