CRISS

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El callejón se quedó oscuro de repente, unos pasos se escuchaban acercarse a Maite, que iba acelerando el ritmo hasta casi correr, se arrepintió enseguida de haber tomado aquel atajo y cuando se acercaba al final del mismo una sombra apareció de pronto empujándola hacia atrás y haciéndole caer.

El miedo se reflejaba en sus ojos y oyó una voz ronca dirigiéndose a ella

-DONDE VAS TAN RÁPIDO?, TODAVÍA NOS PODEMOS DIVERTIR-

Intuyó una sonrisa en aquel personaje y el miedo empezó a recorrer su cuerpo.

Cuando el hombre se arrodilló de golpe sobre ella, la cogió de los brazos y le puso todo el peso sobre su delicado cuerpo, cerró los ojos con fuerza e intentó desprenderse de él, pero fue inútil, ese hombre era tan fuerte como pesado y ella no podía dejar de sollozar y suplicar que la dejará

-CLARO CARIÑO, EN CUANTO ACABE TE SUELTO- le dijo él, demasiado cerca de su cara como para que a ella le dieran arcadas.

El hombre inmovilizó sus brazos con la mano izquierda y con la derecha se desabrochó el pantalón y siguió por meter la mano por debajo de su falda, cuando ella creyó que estaba perdida, de pronto sintió un gran alivio y sus pulmones empezaron a recoger el aire de la calle.

Abrió los ojos de golpe y vio al hombre gimoteando e intentando ponerse en pie

-QUE HACES MALA PUTA? TE ARREPENTIRÁS DE ESTO, AHORA TE VIOLARE A TI- gritaba desesperado y señalando a una chica joven que lo miraba sonriente

-ESTOY ANSIOSA PORQUE LO INTENTES- le dijo sin perder la sonrisa y dándole la mano a ella -SOY CRISS- le decía mientras le ayudaba a levantarse -NO TE PREOCUPES,

YO ME ENCARGO DE ÉL- le dijo mientras la espolsaba mirándola a los ojos

-ZORRA, TE VOY A DAR UNA PALIZA QUE NO TE VAN A RECONOCER EN TU CASA- amenazó dando un paso adelante.
CRISS volvió a sonreír, pero está vez dejó ver unos colmillos brillantes, miró a la mujer a su lado y la besó en la frente, volvió a decirle susurrando -YO ME ENCARGO- y de un salto se posicionó detrás del hombre que se quedó estupefacto e inclinando su cabeza clavó sus colmillos en el cuello de éste, no duró mucho, unos cuantos segundos y dejó caer el cuerpo inerte del agresor al suelo, que cayó dando un golpe seco

-POR FAVOR, NO ME HAGAS DAÑO, NO DIRÉ NADA, LO JURO- decía con voz temblorosa -TENGO DINERO, TE PAGARÉ-

-PARA QUE QUIERE UNA VAMPIRO DINERO? NO, NO TE HARÉ NADA, PERO NO TE METAS EN LÍOS, NO SIEMPRE PODRÉ SALVARTE- le decía acercándose a ella y la besó en los labios, un beso corto pero apasionado, dulce, un beso que no olvidará nunca.

®KARL GaPa


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