Nos localizamos en el momento en el que se quedó el capítulo anterior, y ese fue en el momento en el que el hombre empezó a abrir cada puerta del cuarto piso a base de patadas para encontrar su objetivo el cual era Tayler, niño que en estos estaba detrás de la enfermera.
Evelyn empezaba a sudar frío, pero enseguida siente un ligero tirón de su ropa de trabajo, viendo así al menor quien la miraba esperando que hacer.
-Tengo una idea -le dijo Evelyn tomando de la mano a Tayler.
Evelyn rápidamente abre una especie de closet y mete al menor dentro.
-Manten abierto un poco, cuando te haga la señal prepárate para salir silenciosamente de aquí -le indico Evelyn.
Tayler nervioso asintió en señal de haber entendido el plan, por lo que Evelyn procede a cerrar el closet y volver hacia la camilla que había dentro del hospital.
Evelyn se recargo en esa camilla empezando a sudar frío por la constante preocupación de que su plan no llegue a funcionar, por lo que golpeteo el piso con su talón un par de veces hasta que escucho como las puertas abiertas de forma brusca se escuchaban cada vez más cerca.
Evelyn se sintió cada vez más nerviosa y podía pensar con claridad que es lo que iba a hacer después, tenía que improvisar en caso de que el extraño atacante entrará al lugar con intenciones hostiles y que mate a uno de los dos, y ese momento llegó pronto ya que el misterioso atacante entro a la habitación.
El hombre entro a la habitación sosteniendo su pistola con fuerza mientras revisaba rápidamente toda la habitación en busca de alguien hasta que su visión se enfoco en Evelyn.
-¿Dónde... está? -le cuestiono el hombre mientras se acercaba lentamente hacia la enfermera.
-¿D-de quien habla? -le pregunto Evelyn tratando de contener su miedo.
-Hablo de ese niño... -le respondió el hombre empezando a hartarse.
-No se de que niño habla -le respondió Evelyn aún más asustada.
-¡¿Acaso quieres que te mate?! -le cuestiono el hombre disparando al suelo extremadamente cerca del pie de Evelyn asustandola aún más.
-S-señor, por favor, trate de calmarse y hablemos esto -le pidió Evelyn extremadamente asustada mientras procuraba no revelar la ubicación de Tayler.
A su vez con éste, Tayler lentamente abría la puerta del closet, tratando de segurarse de no hacer el más mínimo ruido posible, aunque esto no era muy necesario ya que el hombre canoso se encontraba exigiendole respuestas a Evelyn que no noto las acciones del pelinegro.
Tayler salió del closet de la forma más silenciosa posible, viendo la escena de la enfermera siendo amenazada por el extraño hombre.
-Uh, veo que ese tipo es muy persistente -
Tayler se asusto ante la voz misteriosa que le hablo, sin embargo, más que beneficiarlo, esto hizo que perdiera el equilibrio al intentar levantarse, cayendo al suelo y haciendo el suficiente ruido para que el hombre canoso se gire en dirección de aquel ruido, viendo de frente a Tayler.
-Tu... -murmuro el hombre canoso con extremo odio y rencor hacia el menor.
-Empieza a correr, patán -
Fueron las palabras que Tayler escucho en su cabeza, por lo que inmediatamente empieza a correr esquivando de pura suerte los disparos que iban hacia el.
El hombre canoso iba a seguir disparando hasta que Evelyn se abalanza sobre el hombre canoso, dándole a Tayler el suficiente tiempo para que empiece a huir.
Tayler por su parte empezó a correr hacia el ascensor, una vez ahí presiono el botón repetidas veces para que abra pero al instante se congelo cuando escucho el sonido del disparo detrás de el, por lo que Tayler lentamente se giró hacia atrás para ver qué había sucedido, y lo único que vio fue al hombre canoso saliendo de la habitación con unas manchas de sangre en su ropa.
Tayler se quedó helado ante la escena, en su mente estaban sucediendo un sin fin de escenarios de lo que pudo haber pasado, todos con la misma posibilidad, el hombre canoso matando a la enfermera.
-Esta por llegar, entra ya -
Tayler se sobre salto ante lo que e dijo la extraña voz, pero inmediatamente se giro a su derecha para ver cómo las puertas del ascensor se abrieron ante el.
El chico no dudo ni un segundo para entrar al ascensor y presionar repetidas veces el botón de la planta baja, solo así podría salir del hospital e irse lo más lejos posible de ese lugar, cualquier cosa con tal de alejarse de ese hombre que lo estaba persiguiendo.
Tras presionar el botón tantas veces, las puertas del ascensor finalmente empezaron a cerrarse, esto hacia que Tayler empiece a tranquilizarse, sin embargo, el hombre canoso no estaba dispuesto a dejarlo ir, por lo que disparó al ascensor con la esperanza de que una bala le de a Tayler, sin embargo, cada bala fallo, y solo una paso cerca de oído derecho de Tayler haciendo que esté se arrodille del dolor mientras se sostenía la oreja.
El hombre canoso descontrolado siguió disparando hasta que sin darse cuenta se le terminó el cargador, por lo que rápidamente saca de su bolsillo otro cargador para reemplazar el otro, Pero ya era muy tarde, el elevador cerró sus puertas y Tayler había escapado.
-¡MALDICIÓN! -grito el hombre con mucha rabia mientras golpeaba la puerta de una de las habitaciones, dañando la misma puerta en el proceso.
Mientras tanto dentro del elevador, Tayler se recargo contra la pared mientras se sostenía la oreja que le sangraba, el dolor era mucho para alguien de su edad pero se las arreglaba para soportarlo.
-Sera mejor te subas, yo me encargo del resto -
Aquella voz resonó de nuevo en su cabeza, esa voz misteriosa que le estaba diciendo que hacer, Tayler no sabía de lo que hablaba hasta que el ascensor finalmente llegó a la planta baja, pero Tayler no quería salir, sabía que ese extraño hombre iba a encontrarlo, que llegaría hacia donde estaba el, por lo que hizo lo que le indico a voz en su cabeza, y es que el chico pelinegro presionó el botón del piso más alto, lo que hizo que las puertas del ascensor se cierren y empiecen a subir.
-Buen chico, ahora cierra los ojos y respira profundo, y no te preocupes, estarás bien -
Tayler se sentía confundido, tenía una extraña sensación de desconfianza la cual no podía quitarse de encima, aquella sensación le revolvía mucho el estómago, Pero no podía ponerse a dudar en un momento así, por lo que tomo mucho aire en sus pulmones y empezó a expulsarlo de forma lenta nada apresurada hasta que finalmente salió todo tal y como se lo indico la voz en su cabeza.
Al poco tiempo, Tayler abrió los ojos, más que estos eran muy diferentes, y es que sus ojos cambiaron de color a unos rojos sangre y sus iris cambiaron de blanco a negro. Con este repentino cambio Tayler alzo sus manos y empezó a practicar sus movimientos, eran algo toscos pero rápidamente no fue un problema para el, después de ello empezó a caminar dando vueltas por el elevador, en algunos de sus pasos no parecía tener tanto equilibrio pero al poco tiempo eso no fue un problema para el.
Tayler siguió realizando uno que otro movimiento de práctica mientras seguía dando vueltas por todo el ascensor hasta que finalmente el ascensor llegó a su destino, por lo que Tayler salió y con una gran sonrisa se dispuso a realizar lo que tenía en mente para deshacerse de su atacante.
CONTINUARÁ…
YOU ARE READING
Mi maldición
Teen FictionUn chico se encuentra en medio del bosque sin recuerdo alguno de quién es o de quienes eran sus padres. En su travesía conocerá a amigos que no solo lo ayudarán a recobrar sus recuerdos, sino que también le ayudarán a enfrentarse a un oscuro enemigo...
