Einsame Schlange (DanMachi)

Cap.24 El lobo y la serpiente

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[Arena de combate Ganesha]

— Quédate quieto, serpiente. —declaró cierto lobo gris, mirándole con mucho odio— Tú y yo tenemos mucho de lo que hablar. —

— Tu y yo no tenemos nada de lo que hablar, Bete. —respondió el albino con calma, pero con extrema seriedad en su rostro—

Después de todo, el instinto asesino que estaba desprendiendo el aventurero delante suyo no era ninguna broma.

— Por supuesto que sí, y vas a responder a todas y cada una de mis preguntas. —sin dejar espacio a Fang para responderle, el beastman lobo llegó delante suyo a una velocidad enorme—

— (¿Lo perdí de vista...?) —

Su línea de pensamientos sobre el nuevo poder de Bete se frenó de golpe, puesto que tuvo que bloquear una dura patada dirigida al estómago. A pesar de que sus brazos aligeraron el golpe, el albino fue mandado a rodar por la arena varios metros hasta recuperarse por si mismo.

— ...has subido a nivel 6. —comentó la serpiente, más como una declaración que como una pregunta— Supongo que quieres saber si quien hirió a tu familia fui yo. —

— Así es. Aunque se que eres tú, quiero oírte admitirlo. —respondió caminando hacia él, hasta estar a unos metros de distancia, en guardia para atacar—

A pesar de que la respuesta debería ser obvia, Fang la vio más complicada de lo que parecía a simple vista.

Tras unos segundos meditativos, Fang sacó su nueva espada negra, Kurokiba, de uno de los portales de su magia espacial y se colocó en guardia, listo para pelear contra el lobo gris.

— Yo fui quién atacó e hirió gravemente a los miembros de la familia Loki. —declaró con total seriedad en su tono, sujetando su espada con ambas delante de sus ojos— Ven a mi, Bete Loga. —

— ... —

A pesar de no haber dicho ni una sola palabra, los ojos lupinos de Bete se afilaron de sobremanera, mirando al albino como una bestia hambrienta mira a un pobre ganado indefenso.

Sin una sola señal de comienzo, ambos se convirtieron en un borrón, chocando armas en el centro de la arena de combate.

Las espinilleras de acero de Bete bloqueaban la espada de Fang con facilidad, y aunque por la naturaleza de sus armas estaba perdiendo terreno lentamente, el lobo no se vio alterado en ningún momento.

Apartando su pierna con agilidad, Bete logró hacer que Fang perdiera el equilibrio y en un estallido de velocidad pura, le atinó un potente puntapié en el estómago que lejos de mandarle a volar, le dejó tendido en el aire y abierto para otro ataque.

— ¡Guh...! —sin siquiera poder gritar por la falta de aire en sus pulmones, Fang apenas logró interponer el filo de su espada entre él y su torso—

Justo a tiempo, puesto que la punta de las botas de hierro de Bete se estrelló con increíble velocidad contra la espada de Fang. A pesar de haber bloqueado el golpe en su mayoría, por supuesto que eso no le impidió estrellarse duramente contra el suelo.