—Estas loca, Jendeukie.

Dejé la maleta sobre la cama, al igual que ella y saque lo que iba a usar para ir al hospital, riendo aún por lo que había hecho, incluso ella parecía avergonzada por hacerlo. Sus mejillas estaban rojas.

Yo me cambiaba mientras que Jennie revisaba la lujosa habitación.

—Turtle ¿Hacia dónde vamos? —preguntó mi acompañante, colocándose una chaqueta sobre su jersey y también una gorra.

No me sentía cómoda, pero tampoco quería ser grosera con Jennie que solo me estaba apoyando.

—Hospital.

—¿Es...?

—No, no —sonreí por su imaginación y negué, reafirmando lo que dije— Es una amiga, nada más.

—Oh, entiendo. Vámonos entonces, no puede esperar.

Salimos del lujoso hotel, dirigiéndonos al metro que nos llevará mas cerca de lo que un taxi haría, además Jennie estaba guiando el camino y no iba a dejarla sola.

Roseanne Park... desde que supe el accidente, estuve rezando por su bienestar. También por su esposa que no debió morir. Lalisa era el concepto de la mujer perfecta y era lo que toda mujer quería en un hombre.

No sabía porque, pero mis manos temblaban desde que entré en el hospital.

Había pasado por mi cabeza que ocurriría si no me recordaba, y solo un dolor rodeaba mi pecho, una amargura que me quemaba.

—Disculpe señorita, vengo a ver a una persona —consulté con la recepcionista que parecía simpática. "Lily" era lo que decía sobre su pecho.

La chica sonrió levemente y su atención ahora fue en mi. Se puso frente al computador y volvió a mirarme.

—Nombre del paciente, por favor.

—Roseanne Park.

Jennie llamó mi atención cuando su cuerpo se tensó y buscó mirarme cuando se colocó casi frente a mi si no fuese por el muro que nos separaba de la chica.

—¿Park?

Fruncí el ceño ante su pregunta y quise refutarle que pasaba con eso, pero la chica que buscaba información hizo regresara mi atención a ella.

—Disculpe, señorita. No hay nadie con ese nombre aquí.

—Eso no puede ser. Me llamaron de aquí hace poco informándome... —jennie no me dejó hablar, haciendome a un lado para ser ella quién tuviese una charla con la chica. Pero estaba aún más confundida porque Jennie siquiera sabía quién era.

—Roseanne Manoban, señorita. Eso es lo que quiso decir —ví como la chica empezó a buscar otra vez en el computador mientras yo quedaba muy sorprendida.

Había olvidado que Roseanne estaba casada, pero eso no me sorprendió, sino el hecho de que Jennie supiera como iba aparecer. Y lo digo con afirmación porque la chica sonrió dando un asentamiento.

—La señorita manoban está en un chequeo rutinario, podrá verla en diez minutos. Es usted Jisoo Kim ¿Verdad?

Jennie me miró de reojo, pero asintiendo sin importar lo que yo dijera que aún estaba mirándola con incredulidad.

Necesitaba una explicación urgente y ella debía dármela. Era lo justo. Jamás mencioné que venía hacer aquí, y aún cuando lo dije, no mencioné el nombre de Roseanne y mucho menos que estaba casada.

¿Que estaba pasando?

—Por favor, tome asiento mientras el doctor viene para que la lleve con ella. —nos indicó la chica amablemente hacia los asiento de espera.

A Tu Disposición | Chaesoo (EDITANDO)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें