Secretos de una Bruja © [COMPLETA] [EDITANDO]

Capítulo 6

-¿Qué diablos hace el aquí, Giullet?- Lai había entrado a la habitación y había visto a Bryan y a mi muy abrazados en mi cama. A ella nunca le gusto él, y cuando supo que terminamos duró más de dos semanas supuestamente celebrando. Por lo que veo ahora pasaría más de dos semanas inventando una poción para mandar a Bryan a otro planeta, tal vez a otra galaxia si pudiera, eso le agradaría más.

Bryan se había marchado hace unos quince minutos antes de que Lai sacara un pequeño tubo con una poción para hacer algún un maleficio que le encargaron intentando hacerle creer a Bryan que si no se iba de aquí lo convertiría en rata.
El pobre salió corriendo, pero no sin antes darme un beso. Un nuevo beso después de tener tanto tiempo sin sentir su boca sobre la mía.

- Arreglamos todo Lai. Él se disculpó por lo que pasó y yo por ahora le perdone. No hay nada de malo, somos "novios" nuevamente.- le dije quitándome el vestido que llevaba puesto para quedarme desnuda de cintura para arriba frente a ella.

Tenía la espalda quemada y no quería nada que me roce, aunque eso había sido imposible en las últimas horas.
Me coloqué frente al espejo de cuerpo entero que hay en una esquina de la habitación y miré mi cuerpo, no me gustaba mucho, y con esa quemadura se veía mas... extraño.

- Giu, no puedes perdonarlo así sin más. Estas loca.- Lai se había acostado en la cama boca abajo y me miraba como si fuera extraña.

- Si lo puedo perdonar, Ya lo hice. Y tranquila que me las arreglare si pasa algo.

- Si, si. La señorita genio al rescate. Por si no te has dado cuenta ¡Eres un desastre en el amor Giullet!- Gritó y tuve que colocarme las manos en los oídos para no quedarme sorda.

- Deja de gritar, pareces una campesina.

- ¿Por que eres tan terca niña?

- No me digas niña, maldita sea, no soy una niñita de cinco años a la que todos deben regañar. Puedo tomar mis decisiones y ya tome esta.

- Okay.- estaba haciendome creer que captó el mensaje.

Me acosté a su lado en la cama y me quede pensativa por unos minutos, creo, porque Lai nuevamente empezó a gritar mi nombre para llamar mi atención.

-¿Ahora si me dirás que paso allá abajo que viniste toda cabreada?

- Ya les dije lo que paso.

-Yah... ¿Cómo es?

-¿Quién?

-El ladrillo del baño.... Quién más que Abbadon, Giullet. Pues él, ¿cómo es?- Esta chica si que es chismosa.

-Es muy sexy.- Suspire - Si hubiésemos hecho una apuesta, seguro habrías ganado.- Sus ojos azules se abrieron como platos y soltó un gritico que te indicaba que sigas hablando.

- Tiene unos ojos azules hermosos, bueno no sé si son azules, o verde. No tiene un color específico. Después de que me empujó a una pared y me quemara toda la espalda no creo haber tenido los sentidos en su lugar.

- Cuenta más. Necesitó más información.

- Que puta eres Laika.

-Cállate y sigue.

-Bueno, tiene un cuerpo muy bien definido, como si fuera al gimnasio, cosa que es imposible porque es el demonio. Solo usaba una chaqueta de cuero, sin nada más debajo de esta, y unos pantalones iguales. Y andaba descalzo, algo estúpido. Tenía muchos anillos en las manos y el pelo rubio, desordenado.

-En vez de parecer demonio parece estrella de rock.-dijo Laika con una sonrisa de pervertida.

- Pues si, eso parece. -suspire.