Maleta

7 0 0
                                    

Maleta

Eso es lo que cargamos todos a medida que crecemos, aprendemos y maduramos.

Muchos lo cargan con decisiones buenas, malas, acertadas o equivocadas. Y eso nos hace sabios. Y hacernos sabios nos vuelve selectivos, inteligentes. Aprendemos a no tomar decisiones a la ligera. A pensar dos veces lo que queremos hacer por más innecesario que parezca.

En los amigos, familia, amores, sueños, trabajo...

Hoy en día, mi maleta ha crecido y, en cuanto a mí, muchas cosas han cambiado. Las cosas que antes me afectaban hoy ya no lo hacen más, y lo que antes me estrujaba el alma, para ese tiempo, ahora carece de importancia.

Porque ahora nada de eso, se compararía con todo lo que perdí al dejar mi tierra. Esa tierra que cargaba mi comida, mis amigos, mi familia, y lo más importante.

Las etapas...

Benditas etapas, que ahora más que nunca se me hacen extrañas. Todos crecieron, todos cambiaron, algunos se quedaron y otros se fueron. Y por como va el tiempo, supongo que algunos morirán, y, con mucha suerte, podré llamar para enviar condolencias. Supongo que ese era el precio a pagar. Una cosa a cambio de la otra, ¿no? Sí, bueno, no me estoy quejando.

Pero ahí radica la explicación al corazón de nuestra maleta. La mía, por lo menos.

Las decisiones.

Y, aunque no quería que este escrito sonara como manual de consejos, si estás leyendo esto, toma el mío, te cambiará la visión una vez termines de leerlo. Lo prometo.

Si alguna vez tienes una oportunidad. La de tu vida, por lo menos. No la dejes ir. Pero siempre piensa detenidamente en los pros y contras al tomar la decisión. No seas impulsivo/a. Y analiza cada escenario, aunque los demás te tilden de exagerado.

Piensa en lo que vas a perder, y lo que vas a ganar si decides tomarlo.

Muy obvio, ¿cierto?

Puede ser, pero... ¿entonces por qué hay tanta gente amargada o triste?

Analízalo, y, una vez que estés seguro, realmente seguro. Agárralo, abrázalo, y no lo sueltes.

No seas impulsivo, porque te puedes arrepentir lo que te queda de vida.

Puedes perder amigos, familia, amores, y tus mejores años, solo por no dedicarte un par de segundos a analizar lo que te hacía falta.

Créeme. Yo fui impulsiva. Y, aunque una parte de mi está resuelta, cómoda y en creciente apogeo, hay muchas otras que aún me duelen y faltan cerrar. Me hubiese gustado sentarme con mi yo del pasado a explicarle. A decirle lo que iba a tener.

Y lo que iba perder.

Pero nada es perfecto, ¿cierto?

No, no lo es.

Supongo que es parte de crecer.

Y, así mismo, de aprender.

Por ello, si estás muy lejos de tu madre ahora, apenas puedas, corre y abrázala, si tienes a tus amigos, sal y diviértete, si planeaste un viaje, corre. No lo aplaces. Y si no hay dinero, ve de mochilero, a nadie le va a importar.

Conocer paises llena, Y es lo único que te llevarás.

A tu novio o novia, róbale un beso que la deje sin aliento, dile que la amas y hazle el amor si hace falta. Agarra todos esos puntos hermosos que te da tu tierra y hazlos tuyos. Porque una vez que sales de ahí, ya nada vuelve a ser igual.

Nada.

Piensas que te vas y que empezarás de cero, dejando todo atrás, pero es la más grande mentira que puede existir. Una parte de ti se queda, quedas atada y una soledad inexplicable aparece. No sabes por qué está.

Pero ahí anda, merodeando. Y es tan real, que te acostumbras.

Por favor, disfruta. Abraza tus años. Madura y ama a quienes te amen. No desmesuradamente, pero controladamente, no con todo, pero si dando lo mejor de ti. Y lo más importante.

Cierra etapas.

Para que en el camino, no te arrepientas de haber saltado muchas de ellas solo para lograr cosas "más importantes".

Con amor.

Gaby. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 21, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

EstractosWhere stories live. Discover now