•*'-'•°

2 0 0
                                    

Llevo un largo rato sentada mirando los altos pastos de este prado menearse por la suave brisa que viene del sur. El viento que viene del mar, frío y húmedo, se cuela en mis pulmones y me congela las manos. El abrigo y la bufanda son mi único consuelo en toda la desolación.

El dolor en el pecho que estoy sintiendo desde la mañana sigue ahí presente, a pesar de que inflo mi caja torácica con aire frío intentando hundirlo. Quizás al dolor le gusta el frío, porque en vez de aplacarse lo siento aún más y más grande, extendiéndose hasta cortarme el aire. Quizás también por eso vos ames tanto el invierno. Porque cuando hace frío y la noche es más larga, cuando el mundo parece girar más despacio... es más fácil marcharte sin dejar rastro, marcharte como si no hubiera nada que dejar atrás.

Oigo a la lejanía una bandada de pájaros dirigirse al norte, posiblemente buscando zonas más cálidas donde poder pasar el invierno, formar un nido, tener crías... poder acomodar sus vidas hasta que llegue la primavera. Es bonito verlas pasar encima mío en bandada, todas juntas, sincronizadas, buscando unidas un mismo horizonte. Muevo los pies y mis botas rascan el pasto reseco por las heladas. Mis dedos blancos por el frío se esconden en mis bolsillos mientras exhalo un suspiro. 

Ojalá pudiera ser un pájaro, pienso. No por el hecho de poder volar, siquiera para tener alas. No, no es por eso. Me gustaría ser un pájaro para poder tener un grupo de iguales a mí para volar en bandada huyendo del frío, prepararnos  y volvernos más fuerte para cuando lleguen mejores épocas. Me gustaría dejar este frío hiriente atrás y pensar únicamente en lo cálido del futuro. 

Siento una punzada en el pecho, como una alarma silenciosa que me recuerda que el dolor sigue ahí. Intacto. Me llevo la mano a la zona exacta donde lo siento y aprieto mi abrigo en un puño cerrado. Quisiera que fuera así de fácil tomar el dolor y estrujarlo, arrancarlo hasta que sólo sea un recuerdo vago. Ojalá yo fuera más valiente, también. Como para poder levantarme de este desolado banco. Si fuera más valiente hace tiempo que ya habría pedido ayuda, te habría dicho "basta" o al menos hubiera contestado con la verdad cuando mis amigos preguntaban dónde estabas.

El sol se está escondiendo en el horizonte, pintando todo de colores cálidos, recordándome que llevo horas allí sentada. Pero nada en este lugar se siente cálido. Ni el cielo, ni el banco, ni mi abrigo, ni tu abrazo. No, al contrario. Tu abrazo se siente tan helado como sostener un hielo con las manos. Como escarchas punzantes clavándose en mi espalda. Como agua helada rozándome los pies descalzos. 

Ni hablar de tus ojos. Tus bonitos ojos color cielo. Los años los han ido transformando, pasando de cielo a agua y de agua a hielo. Cuando los conocí no pude evitar volar en ellos, suspenderme en el aire, rozando las nubes esponjosas con la mano. Y amé el sentimiento. Lo amé tanto que me volví adicta y quise más y más. Pero entonces me sentí ahogada. Porque el azul de tus ojos comenzó a ser un mar embravecido que me sacudía, me maltrataba e intentaba arrojarme lejos. Por más brazadas desesperadas que di intentando poder nadar en ellos, no pude hacer nada. Me hundí deprisa hasta no poder ver la superficie. Fue en vano pensar en gritar pidiendo ayuda. Nunca fui lo suficientemente valiente para hacerlo.

Entonces la sentí. El agua helada. El frío subiéndome por la espalda y dominándome el cuerpo... y me rendí. Porque entendí que nunca más tocaría el cielo con mis manos, porque mis manos ya son muy frías como para lograrlo. Hay otras manos cálidas que te están arropando, para mí solo queda los témpanos helados. Entonces dejé de intentar escapar y me resigné a morir congelada. Quizás también lo haga ahora, sentada en este banco. Es más, creo que me gustaría poder morir de esta manera, la helada nocturna cayéndome en la espalda...

Sería mejor así, que morir helada entre tus brazos. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 21, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

utopíaWhere stories live. Discover now