Cuatro

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—¡Sabias lo importante que era la cena! ¡¿Por qué no fuiste?!

El perfíl de la progenitora estaba rígido. Había estado en la espera de la llegada de su hijo en la cena del sábado.

—¿Me estás escuchando?— giró la cabeza para mirarlo. Las atmósfera chisporroteaba la ira contenida en el cuerpo de la madre.

Jeongin estático la miró para luego murmurar aturdido  —Sí, mamá, sí

Aturdido. No podría estarlo más. Los pensamientos atacaban con ferocidad su mente, conviertiendola en una niebla de emociones, desde lo sucedido con hyunjin esta mañana.

—¡Entonces dame una explicación!— vociferó la mujer. Sus ojos refulgiando con implacable furia.

Y la mente de Jeongin retrocedió al recordar las cosas que habían ocurrido con anterioridad

«—Chupamela»

Sin darse cuenta, nuevamente su ojos se extraviaron en la nada.

El golpe de la puerta parecía vibrar en las paredes provocando un sonido que retumbó. El cuerpo de Jeongin desorientado reaccionó al sonido repentino sobresaltandose violentamente.

Su mirada reparó el lugar, entonces, se dió cuenta que su madre había abandonado el lugar con un portazo. Dejó caer su cabeza en la cabecera del sillón.

Suspiró.

¿Que demonios iba hacer con su matrimonio?

Había estado tan perdido en la miseria cuando se enteró de la perdida de su empresa que accedió a cosas inaceptables para su maral, como también había descuidado otros asuntos de su vida.

Jeongin volvió a suspirar. Era momento de tomar una decisión, el tiempo se había acabado.

Cuando se comprometió con Bang Chan, se había hecho muchas ilusiones de una boda perfecta y un matrimonio duradero con el hombre que amaba, pero ahora las fantasías debían acabarse. No quería contraer matrimonio con alguien que ama, pero que con la misma intensidad odia.

Perder la empresa había sido para Jeongin un gran colapso. Había perdido todo. Había perdido la confianza en su prometido. Había perdido a su mejor amigo. Había perdido las ilusiones. Pero peor aún, había perdido su dignidad aceptando lo más bajo que le pudiesen proponer a alguien.

—Amor— la característica suave voz de Bang chan se escuchó desde la puerta— ¡Llegué!

¿Cuánto tiempo había pasado? Sacudió su cabeza y se levantó para dirigirse dónde su prometido que se encontraba acomodando el saco de su traje en la percha de la pared.

—Esta mañana recibimos el dinero, no pensé que lo daría enseguida. — Dijo Chan eufórico y se acercó a Jeongin para besarlo.

Los besos de Chan era suaves, agradable, no ardían, no lo hacía temblar bajo su toque. Carecían de algo más, o quizás solo era Jeongin deseando algo, algo que él aún no sabía que era.

—¿No deberíamos celebrar?— preguntó suavemente y sugiriendo.

—Hoy no, por favor.— Se encontraba cansado. Lo que menos quería era tener un encuentro sexual con Chan

—No hay problema.

Y Jeongin se sintió culpable cuado una sensación de alivio recorrió todo su cuerpo.

—No quería molestarte, pero te extraño, Jeongin; perdóname por querer tener una noche con quién se supone que es mi prometido y me ha descuidado— prosiguió Chan en un tono lastimero.

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⏰ Terakhir diperbarui: Dec 04, 2023 ⏰

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