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• Shiori •

A partir de ese día, nuestra comunicación fue fluyendo con suma comodidad. Veía a Choso más seguido y platicábamos mucho, iba conociendo nuevas cosas de él y así como crecía la confianza, también crecía mi atracción hacia él.

Habían pasado siete largas semanas y me sentía estúpida con todo esto, puesto que, Choso me miraba como una amiga. Al inicio pensé que tenía oportunidad, pero conforme pasaban las semanas, esa idea fue desapareciendo, me alegraba ser su amiga, solo que no era lo que yo esperaba.

Hace quince días salimos y por fin me contó la razón por la cual me gritó por llamada, la primera vez que cruzamos palabras.

Entendía que su exnovia era alguien a quien aún no olvidaba, pero el que la tuviera tan presente me desanimaba. Aquello se volvía un impedimento para mí, porque sentía que “competía” contra alguien que ni siquiera estaba presente.

En estos momentos me encontraba en la florería, el día de hoy había poco trabajo, Maki y Nobara tuvieron que irse a hacer un par de entregas, así que ya no tardaban en regresar.

Choso entró a la tienda y caminó hacia mí, pero esta vez dio vuelta al mostrador.

—¿Qué harás hoy? —pasó su brazo por mis hombros.

—¡Ay, no! —me quejé por la pregunta—. ¿Ahora qué quieres?

—Todavía ni te digo y ya te estás quejando —contestó con falsa tristeza y apretó levemente mi mejilla—, pero es momento de que conozcas a mi hermano —se separó de mí y quedamos frente a frente.

Las pocas veces que había ido a la casa de Choso tenía la mala suerte de que Yuji no estaba y realmente quería conocerlo, parece ser que este sería mi día de suerte.

—Por favor, dime qué será hoy, voy a tener tiempo libre.

—Hoy, en la tarde-noche, le pedí a Yuji que llegara temprano —sonrió—. Él igual está feliz de conocerte, es de ley que mi hermano conozca a todos mis amigos.

«Amigos» repetí en mi mente.

Eso era para él, una amiga.

—¿Hay algo que necesite llevar? Para que pase a comprar y… —colocó su dedo índice en mis labios, con el fin de que dejara de hablar.

—No, es una invitación, así que lo único que tienes que hacer es ir ¿de acuerdo? —pidió de forma sutil y asentí.

Choso pasó sus brazos a mi alrededor y me atrajo hacia su cuerpo en un caluroso abrazo. Al inicio me tensé, pero después coloqué mis manos en su espalda para poder abrazarlo. Ni siquiera entendía el porqué de su acción.

—Esto es importante para mí, como te dije, sé que Yuji y tú se llevaran muy bien —no respondí, solo coloqué mi cabeza en su pecho.

Su aroma era embriagante, la sensación de estar entre sus brazos se sentía tan reconfortante, si por mí fuese, me quedaría así durante todo el día. Las cosas buenas nunca duran tanto, el sonido de la campanita me alertó de que alguien acababa de entrar a tienda.

Me separé rápidamente de Choso y volteé hacia la única entrada del lugar. Maki y Nobara me observaban con un semblante de sorpresa.

Las manos de Choso quedaron a mis costados, tardó unos segundos en analizar la situación y retrocedió unos pasos, separándose de mí por completo.

—Te veo al rato —pronunció lo suficientemente alto para que todos escucháramos. Salió de la tienda a paso calmado, no sin antes, despedirse de las dos chicas que lo veían con sorpresa.

Scary Love  |  ChosoWhere stories live. Discover now