Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]

❥ ; 22 - ¿Es la guerra?

Dante besó de forma dulce la mejilla de su omega y suspiró bajo. Era muy pronto, acababa de cumplir los dieciocho y ni siquiera tenía casa propia. ¿Qué vida iba a darle a ese bebé? Inevitablemente se preocupó, no sería apropiado vivir de sus padres, tenía que ser responsable de sus actos.

—Ni siquiera sabía que dos especies tan diferentes podían criar...— susurró Dante y posó su mano sobre la cáscara del huevo. Tenía un brillo similar a las escamas de Kristov y su textura era ligeramente rugosa. Estaba caliente y a juzgar por cómo el omega lo abrazaba sabía que debía mantenerse así.

—Tengo que darle calor, sino podría morir...— dijo el omega con los ojos brillantes. —Yo tampoco lo sabía y siento que complica las cosas, pero pase lo que pase no quiero que muera, Dante, no dejes que nos quiten a nuestro hijo.

Aletheia sintió pena por aquella pareja, pero sabía lo que tenía que hacer; avisar a sus padres. Sin embargo, prefirió dejar que esos dos pasaran la noche juntos y ya hablarían con ellos por la mañana.

—Nadie nos lo va a quitar, te lo prometo... Haría lo que fuera para protegerte, a ambos— susurró Dante y dejó pequeños besos por la mejilla y cuello de su chico. No quería soltarle ni separarse del huevo, aunque definitivamente podría ser algo muy malo para la situación.

—Y a mí no me dejan follar con condón, en fin, buenas noches— dijo la omega y tomó su oso de peluche antes de ir a la habitación de Kamran y Dante. No iba a dormir ahí con la parejita y ni ella ni su hermano estaban en celo así que no habría problema alguno.

Kristov pudo relajarse al fin, estaba cansado, mucho. Poner un huevo no era tarea fácil y lo había hecho solo entre un montón de ropa de su destinado. Por suerte ahora ambos protegían el huevo y sentía que podía dormir tranquilo.

Kamran les observó en silencio y suspiró. En el fondo envidiaba a su hermano por el hecho de haber encontrado a alguien aunque las circunstancias fueran tan complicadas en todos los sentidos. Agachó las orejas y no quiso pensar más antes de salir de allí e ir detrás de Aletheia para volver a su cuarto, aunque algo le decía que no iba a ser fácil volver a dormir.

Alhaitham y Tighnari se enteraron por la mañana de lo que había sucedido. El omega no sabía qué hacer, estaba demasiado nervioso con la situación y se abrazó a Cyno. Los mellizos corrían por el salón, algo típico en niños de su edad, pero el ruido le estaba molestando, no le dejaba pensar.

—No podemos deshacernos del huevo, pero Dante es muy joven— dijo Kaveh, tratando de calmar al resto. Su abdomen también estaba ligeramente abultado, lo que significaba que no era el único embarazo en camino. —Tenemos que solicitar una audiencia con Zhongli.

Los adultos estaban allí, incluidos Kamran y Aletheia, ya que Dante se había quedado con su omega y el bebé.

—Un huevo complica mucho las cosas... no sé cómo va a reaccionar Zhongli— dijo Alhaitham y suspiró pesadamente. No se había alejado de su chico en ningún momento, su cercanía le calmaba un poco entre todo aquel caos. —Iremos a la frontera, hoy. No podemos esperar más.

—Cuidaremos del chico mientras ... pero tened mucho cuidado— dijo Cyno mientras abrazaba a Tighnari.  Dante era también como un hijo para él y le preocupaba lo que aquel alfa pudiera hacer cuando se enterara.

—Bien, no se hable más— sentenció Kaveh. —Dante no vendrá, al menos esta vez. Tenemos que asegurarnos de que no lo maten, así que se quedará aquí. Kamran, vendrás con nosotros. En cuanto a Yarim le he inscrito en una academia militar, la formación dura unos tres meses, estará internado y protegido allí mientras aprende a luchar. Lo llevaremos de camino.

En esos momentos Kaveh parecía más un líder que Alhaitham. Se notaba su vocación y lo mucho que le gustaba llevar el mando. Kamran se sorprendió al escuchar aquello, ¿iban a llevarse a Yarim? No lo había vuelto a ver desde que discutieron el día anterior, pero le dolía saber que no podría verle en tres meses, aunque tal vez esto fuera lo mejor para los dos.