La llegada de Kanna

Comenzar desde el principio
                                    

Momentos después, todos estaban sentados para aclarar el asunto de la niña.

–Esta chica es Kanna Kamui, es una conocida –le dijo Tohru presentando a su amiga al rubio.

–Es muy evidente a simple vista –comento el rubio.

–Tohru-sama desapareció, así que vine a buscar –confeso Kanna.

–¡¿Desaparecer?!, creí que te habían dado por muerta, no pensé que considerarían la posibilidad de que estuvieras viva –dijo el rubio bastante sorprendido.

–Bueno, por lo que estuvimos pasando, tampoco tuve mucho tiempo para avisarle a mis amigos, pero me sorprende que hayas encontrado este lugar –confeso la dragona con vestido de sirvienta.

–Vi a Tohru Sama escupir fuego el día nublado, así fue como te encontré –le explico Kanna brevemente.

–Te dije que alguien te iba a ver –le reprendió Jaune a su compañera.

–Tohru sama, explícame porque vistes así, regresa a casa conmigo, por favor, te necesito –le pidió Kanna a su amiga.

Jaune miro la expresión de Tohru al escuchar la petición de la dragona blanca, por lo que el rubio se preparó mentalmente para aceptar la decisión de su compañera ya que en algún punto ella se iba ir.

–Pues no pienso volver –se negó la dragona sorprendiendo a Jaune y a Kanna.

–¿Por qué no? –le pregunto Kanna muy triste por la respuesta de su amiga.

–Porque… ¡Soy la compañera de aventuras de Jaune y no hemos tenido las suficientes como para separarnos tan pronto! –recalco la dragona señalando a su compañero.

–Tohru, no es necesario que te quedes conmigo, puedes irte con Kanna sin algún proble…

–¡Lo sabía! –exclamo Kanna muy molesta interrumpiendo a Jaune –Yo misma los ví, se estaban dando un baño juntos en el rio cercano, ¡Pervertido! –exclamo la dragona.

Ante esto, Jaune se sonrojo a más no poder ya que la dragona en ese día se baño muy apegada al rubio haciendo que este sintiera el tacto de su perfecto cuerpo.

–En ese caso, te mataré si es necesario –declaro Kanna con un intento de mirada sombría.

El rubio por instinto se asusto mucho ya que se trataba de un dragón quien quiera matarlo, pero grande fue su sorpresa al ver que Kanna no tenía casi nada de fuerza y tomaba varios respiros para seguir.

–Kanna, al parecer te debilitaste mucho –comento Tohru al ver como no le hacía nada a su compañero.

–Tu eres la rara Tohru Sama, no se puede acceder al mana de aquí tan fácilmente –dijo Kanna recuperando el aliento.

–Kanna, ¿Quieres decir que… no puedes volver a casa? –le pregunto el rubio impactando a la dragona por la pregunta.

–No… no es eso –le negó Kanna desviando la mirada del rubio.

–No es así, pero tampoco tienes donde quedarte –concluyo el rubio impactando aún más a Kanna –Tranquila Kanna, solo mírame y responde –le pidió el rubio con una mirada neutral pero que a vista de Kanna está era una mirada aterradora la cual casi hace llorar a la interrogada.

–Jaune, creo que la estás asustando –le comento Tohru a su compañero –Kanna, tienes que decirnos lo que estás planeando de verdad, si estás interesada en Jaune no creo que le gustan las niñas –dijo Tohru tratando de convencer a su conocida.

–Tohru, deja eso a un lado y pon atención –le indico el rubio viendo a Kanna quien parecía que finalmente iba a hablar.

Grande fue la sorpresa de los dos al saber la razón por la que Kanna estaba ahí.

–¡¿Te exiliaron por una broma?! –exclamo Jaune muy sorprendido al igual que Tohru.

–Es que Kanna le encantan las bromas –le explico Tohru.

–Entonces… fue algo así –dijo el rubio imaginando a un niño echado de su casa por haberse portado mal.

–Algo así, y no podrá volver hasta que reflexione, será inútil enviarla de regreso ahora –le explico Tohru.

–Y ahora está sola aquí –dijo el rubio a lo que Tohru asintió.

Jaune no sabía que decir al respecto, por un lado se sentía identificado con ella ya que el había hecho algo malo por lo que lo exiliarían al igual que hicieron con Kanna, por lo que rápidamente intento pensar en una posible solución.

–Kanna… –le llamo el rubio a la mencionada ganándose su atención –Si no tienes a dónde ir, ¿Te gustaría acompañarnos a Tohru y a mi en nuestro viaje? –le ofreció el rubio sorprendiendo a Kanna.

–Oye, pensé que solo íbamos a ser tu y yo –le recordó Tohru claramente celosa.

–Tres son mejor que dos, además, no la podemos dejar sola aquí –fue la única explicación que le dió el rubio.

–No confío en los humano, ¡Estás planeando algo!, ¡¡INTENTAS UTILIZARME!! –grito Kanna negándose a la propuesta deo rubio.

Ante esto, Jaune pone su mano derecha en la cabeza de Kanna para tratar de calmarla.

–No confías en nadie en un mundo que no conoces, eso es normal, se que todos los que confías están en el mundo anterior, pero si no te das la libertad de abrirte con desconocidos seguirás estando sola, y encontrarás personas con las que te puedas relacionar de manera más íntima, Kanna, con esto no te estoy pidiendo que seas mi amiga, solo acompáñanos, y con el tiempo verás que en este mundo habrán personas que realmente te aprecien y que confíen en ti al igual que confíes en ellos –le explico Jaune en un tono suave y de forma sabía, esto lo hacía viendo su imagen reflejada en Kanna como si estuviera aconsejandose a sí mismo.

Ante estas palabras, Kanna comenzó a llorar mientras que el rubio seguía acariciando la cabeza de la dragona mientras que Tohru veía esto agradeciendo que el rubio sea la primera persona con la que se topo al llegar a Remenant.

CONTINUARÁ…

Jaune-san Chi No Maid Dragon. (Volumen 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora