𝑽𝒂𝒊𝒏𝒊𝒍𝒍𝒂. -𝐒𝐩𝐫𝐞𝐞𝐧

𝐈𝐈𝐈

Al terminar el directo fueron a la cocina del mayor. Habían pedido unas pizzas mientras el menor le hacía preguntas sobre la noche anterior.

—¿Qué fue lo más vergonzoso que hice? —cuestionó dándose la libertad de sentarse en la isla de la cocina.

—Uhm—pensó un poco viendo de reojo a Lautaro—.  No hiciste nada raro, sólo a lo último, después de vomitar te dio asco tu remera y te la quisiste sacar en frente mío.

—Oh, —respondió disociativo. Y sin previo aviso todos los colores subieron a su rostro— igual viste mi abdomen cuando me cambiaste pelotudito.

Iván rió nervioso.
—Bueno, pero fue por una buena causa, ¿querías llenar de olor tus sábanas o que?— el menor negó.

—Además, —agregó —toda tu ropa olía a vainilla.

—Si, es que amo ese suave aroma. Bueno, ¿no me chape a nadie no?

—Tampoco.

—¿Entonces no hice nada raro?

—No, es más, sos tierno borracho.  Literalmente te comportabas como un nene chiquito —se burló un poco con ternura al recordar su actuar.

Massitaa rodó los ojos mientras comía su último pedazo de pizza.
Siguieron hablando un rato más, envueltos en una burbuja de calidez como si se conocieran desde hace años. La charla fluía como una melodía armoniosa que abrazaba a ambos. Sus ojos totalmente absortos en los del contrario, viéndolo con admiración. Era una amistad muy espontánea y bonita.

—La plata que vamos a tener por nuestro shipeo— dijo el castaño entre risas colocándose el abrigo para salir de aquella casa.

—Maaal, aunque yo merezco más porcentaje de las ganancias— demandó cruzándose de brazos mientras se recostaba contra la puerta observándolo atentamente.

—¿Por qué? —cuestionó con el ceño fruncido.

—Porque yo te besé en la mejilla— dió  una sonrisa ladina mirándolo de arriba a abajo, buscando molestarlo un poco "sólo para joder".

Lauty se removió nervioso, más no apartó la mirada.
—Pero yo te reté a hacerlo. Si no fuera por mí no lo harías, porque sos un cagón —descubrió su juego, y quiso jugar también.

—Y dale con decirme así —dijo algo harto— muy cagón y lo que vos quieras, pero lo hice, y bien tímido te pusiste.

—Es que pensé que no lo harías y me agarraste de sorpresa, si ni con Carre sos así..

—Bueno, es que vos no sos como Carre, es difícil de explicar.

Massitaa arqueó una ceja curioso, pero Spreen hizo una seña de sellar sus labios.

—Está bien don, después discutimos el tema de la plata, me tengo que ir a mi casita.

—Nos vemos Lauty, andá con cuidado.