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Tenia las manos cansadas de escribir y los dedos pidiendo piedad.

La naturaleza es deletérea, una ponzoña atrayente.
Un mal que no dominó.
Una costumbre mal adquirida.
Una daga dulce y asesina.

Tiene mi voluntad descarriada.
Adjunta a si mi aura atada.
Tiene mi pasión desbordada.
Mi voz ante su figura, esclavizada. Si, eso es, culpa de la naturaleza, de divinidades injustas, de karma mal depositada. Si, eso es. No es culpa mía, no es culpa mia. No tengo culpa de los traumas ni de la mentalidad desquiciada de mi captor.

¿Que pude haber hecho yo, un simple individuo, para merecer esto?

Nada, eso es. Nada.

La verdadera pregunta era, ¿quién es tan resentido, con un pensamiento tan victimista y albergando tanto odio para hacerme esto?

¿Que mis manos están llenas de sangre? Si, pero de rojo esta pintada toda la ciudad. Llevas indumentos de cristal trasparente, así que dime, ¿cómo haces a diferenciar mi rojo del tuyo? ¿Por la masa, la espesura o el sabor?

¿Que sucederá cuando otro individuo entre en la caja de madera, con un color más brillante?

Eso, te jodes.

Suspire cansado de escribir. Este lugar parecía una cárcel. Habia un váter donde cagar, un colchón donde dormir y un escritorio con una silla donde cumplir mi castigo, escribir.

Una tenue luz blanca estaba siempre encendida, no sabía diferenciar entre el día y la noche. Me recordaba a uno de mis viajes, en Madrid, España, había un casino abierto 24 horas, se perdía la noción de tiempo en esos lugares. No tenía la noción de tiempo aquí, en este lugar.

Despertarse, comer, escribir, cagar, escribir, comer, escribir, dormir y vuelta a comenzar.

No sabía si dormía 2 o 12 horas, no sabía si la comida se me daba a las 11 de la noche o a las 11 de la mañana.

Senti los pasos de mi carcelero, abrió la rejilla, encendió el timer, 45 minutos.
Comencé a comer — Oye, ¿no te cuesta un dineral tener la luz encendida siempre? Podrias apagarla la noche.— Hable con la boca llena.

No tuve respuesta alguna.

5 minutos.

—Oye, ¿Qué me asegura que me dejaras libre si descubro tu identidad? Descubrir tu identidad, al contrario de bueno, es la peor circunstancia para ti en la que dejarme vivo, ¿porque dejarías libre a alguien que secuestraste y sabe perfectamente quién eres?

—Por que yo no soy tú.

—Ya, claro, etica y moralidad. Pero yo nunca secuestre a nadie.

Mi captor río con una voz mecánica, robotizada. —Se me olvido lo ocurrente que eres. Y pensar que eres visto como un héroe, una basura como tú.

—No soy responsable de la estupidez colectiva.

—Verdad, tú eres responsable de algo mucho peor.

—¿Qué?—Insisti, intentando sonsacar la más mínima pista.

Sono el timer, pero mi captor no recogió la comida automáticamente como de costumbre.

—Arruinar todo lo que tocas. Envenenar. Asesinar. Defraudar.

—Has considerado el hecho de que talvez secuestraste al árabe equivocado. Todos los árabes nos parecemos. Esto podría ser una simple equivocación.

—Talvez.

—¿En serio?

—No.

Tenia una lista de 6 sospechosos.

Assim, mi hijo.

Kamilah, mi ex mujer.

Adaeze, mi ex cuñada.

Fatima, mi psicóloga.

Gunter, mi arrendador

Blessing, una desconocida.

Primera pregunta:
¿Motivo?

Individuos De Cristal En Una Caja De Maderaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن