Capitulo 2

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Afínales de la primavera pasada, mi padre decidió que estaba deprimida, probablemente porque rara vez dejaba la casa, pasaba la mayoría del tiempo en cama, leía el mismo libro una y otra vez, comía infrecuentemente y dedicaba bastante de mi abundante tiempo libre en pensar sobre la muerte y en mi novio a distancia. Cada vez que leas un libro o página web sobre lo que sea, siempre la depresión esta enlistada entre los efectos colaterales de quedarse en casa. Pero, en realidad, la depresión no es un efecto colateral de quedarse en cama o no comer. La depresión es un efecto colateral de morir. Casi todo lo es, en realidad. Pero mi padre creía que requería tratamiento, así que me llevó con mi médico de cabecera, Oliver, quien estuvo de acuerdo en que estaba navegando en una paralizante y totalmente clínica depresión, y que por lo tanto, mis medicinas se debían ajustar y también debería mudarme un tiempo con mama. Pensé mucho esto lo único bueno que podía sacar cada ves que lo meditaba era que podría ver a mi novio. Pero no sabia si estar con mama y el grupo seria bueno. Es decir todos tenían amigos ya, tienen un lugar en el grupo, tenían títulos ganados y yo solo era la hija de una ex surfista que venia desde lejos a como dirían ellos a "destronarlos".

Había pasado exactamente 1 mes desde mi llegada y las cosas no andaban del todo bien, no dejaba de tener la sensación de que sentían lastima por mi. Y mi rivalidad con Kyo solo creció, al parecer su nuevo pasatiempo favorito era fastidiarme. Sus bromas y comentarios solo agravaron mi rabia y frustración, y en las olas no daba lo mejor de mi. Maldita sea el día que llegue aquí, y la falta de responsabilidad que tuvieron mis padres al no ser responsables con su hija.

Me sentía como una medusa en un mar de tiburones.

-¿En que tanto piensas?-hablo Marcus.

Mire a mi alrededor, recordando que estábamos en la playa entrenando.

-En la pareja que me han dado.

Marcus río y me dio un leve empujón antes de entrar al agua con Mia. Me les quede viendo por un momento para luego buscar a Kyo, con quien no he tenido una buena relación desde que llegue aquí, estoy segura de que me odia.

-Cornuss y Dylan, es su turno- hablo Mamá desde la orilla de la playa-No quiero que pase lo de la última vez, son compañeros, si uno falla, fallan todos.

Yo solo corrí al agua con mi tabla, mientras veía que Kyo hacia lo mismo, ambos nos entramos para tomar una ola, y por primera vez lo hicimos bien juntos.

-¿Qué motivación tuviste hoy? ¿Ver a Aidan besar a Mia o verme surfear?.

Solo ignore su pregunta y me acerque a Mamá, quien antes que hablara ya me estaba regañando.

-Cassiedie estuviste muy mal de tiempo, no puede ser que Mia tenga mejor récord que tú, se supone que tú eres mi hija, no ella, no puede ser que la hija de una profesional pase por esto, todos sabemos que no deberías dedicarte a esto, lo estás dejando claro, pronto serán las nacionales y no necesito que tu nos dejes afuera.

Me voltee sobre mis talones y camine de regreso por donde vine, cuando de la nada termino en el suelo con mi rostro lleno de arena, intentando ponerme de rodillas solo hice una cosa, limpiarme para ponerme de pie y mirar a Kyo.

-¿No dirás nada?-negué- Parece que te duele que mami quiera más a Mia.

Suspire, y camine de vuelta a las duchas, donde ya estaban todos los demás. En mi mente no se dejaba de repetir somewhere only we know, una y otra vez mientras me quitaba la arena con el agua que caía de la regadera. No sabía que podía esperar de este momento, o de la vida aquí, tampoco se si vería a papá para navidad, o si estaría con los abuelos como era de costumbre.
Al salir del agua me envolví en mis toallas, como si fueran una manta, note el profundo silencio que había en las duchas y eso significaba solos dos cosas la primera; estaba sola, todos habían terminado, y la segunda; podía reproducir música sin interrupción.

Y así después de tanto tararear abrí Spotify y puse somewhere only we know, parecía que la melodía me cubría todo el cuerpo, cada nota y palabra, recorría mi cuerpo, provocando que mis ojos se cerraran.

-Tienes un buen gusto en la música, lastima que en hombres no.

Susurraron lentamente en mi odio. mierda.

Kyo solo paso por delante mío con su sonrisa perfecta.

-Pareces payaso con tu cabello rosado- dije riendo.

-Gracias Nusnus, pero creo que el papel de payaso lo llevas tu siempre.

-¿Nusnus?.

-Eres muy idiota- dijo cuando salió de las duchas mientras reí fuertemente.

𓆜 𓆝 𓆜 𓆝 𓆜 𓆝


¿En que momento de la noche había pasado esto?.

La neblina pasaba por mi lado, me consumía lentamente, parecía un sueño del que no podía escapar, todo era irreal, y su voz retumbaba por mi cabeza, su rostro, era como un análisis completo de él. ¿Dónde estaba?, ¿Por que rayos Kyo estaba aquí?, mi relación con el desde que nos presentaron solo fue hostil y vaga, ¿Qué me pasaba? estaba soñando y aún peor con Kyo, sus ojos azules, deslumbrante como la noche, sus carnosos labios rojos, con los que parecía que siempre había peleado y recibido un golpe para traerlos así. Y su cabello rosado, cayendo hacia delante, estaba parado frente a mí, a punto de hablar.

Pero desperté.

Estando en mi dormitorio sin moverme aun note que el hecho de que Kyo me moleste, hace las cosas mas fáciles para mi vida, y aun mas para mi depresión. El idiota podía servir de algo después de todo. y no solo el podía molestarme, esto será un juego de dos.

La mañana siguiente, me desperté con la determinación de cambiar mi enfoque y enfrentar las situaciones de frente. Si Kyo quería jugar, jugaríamos, pero esta vez yo también sería una participante activa en el juego. Decidí que no dejaría que sus comentarios o bromas afectaran mi rendimiento ni mi estado de ánimo.

Bajé a desayunar con la firmeza de mente y un plan en acción. Marcus, siempre atento a mi estado de ánimo, notó el cambio en mi actitud y me miró con curiosidad.

-¿Algo cambió, Cassiedie? -preguntó.

Asentí con una sonrisa. - Solo estoy decidida a no dejarme afectar por las tonterías de los demás. Voy a concentrarme en mejorar en el surf y en ser yo misma.

Esa mañana en la playa, me acerqué al grupo con una actitud renovada. Marcus y Mia me saludaron con entusiasmo, pero noté la mirada burlona de Kyo. Decidí ignorarlo y me centré en el entrenamiento.

A lo largo de la semana, practiqué con dedicación, buscando mejorar mi rendimiento en las olas. A pesar de las provocaciones de Kyo, mantuve la calma y respondí con indiferencia. Poco a poco, noté que su actitud comenzaba a cambiar. Parecía desconcertado por mi falta de reacción y eso, de alguna manera, le quitó parte de su diversión.

Un día, mientras practicábamos en el agua, Kyo se acercó.

-¿Qué te pasa, Nusnus? ¿Ya no te afectan mis comentarios? -preguntó, tratando de sonar desafiante.

Sonreí con confianza. - Simplemente he decidido no perder mi tiempo en tonterías. Estoy aquí para surfear y mejorar, no para participar en juegos infantiles, o para perder mi tiempo con idiotas como tu.

Kyo pareció sorprendido por mi respuesta y se alejó en silencio. Continué con mi práctica, enfocándome en las olas y disfrutando del momento. A medida que la semana avanzaba, noté que la dinámica del grupo estaba cambiando. La atención de Kyo hacia mí disminuía, al menos de manera burlesca.

Constelaciones en sus ojos.Where stories live. Discover now