La Estrella y la Arquera.

Capítulo 3: Sentimientos confusos y un nuevo peligro.

Los chicos se instalaron en sus habitaciones y se pasaron varias horas presentándose y compartiendo sus historias en su sala común. A todos les sorprendió la historia de Yelena sobre la Habitación Roja y como sobrevivió a esa aventura.

-Debió haber sido una experiencia inolvidable-dijo Kate.

-Una parte de mí preferiría olvidarla, pero sí fue genial-dijo Yelena.

-Realmente eres asombrosa-dijo Peter-. Lo único que he hecho ha sido detener a un viejo que se disfrazaba de pájaro.

-Oye, bro, por las noticias que he visto sobre ti detuviste un ferry con tus propias manos-dijo América-. Eso no es algo que muchos puedan hacer.

-Sí, bueno, no sé si lo sepas pero fue mi culpa que ese ferry se haya partido a la mitad en primer lugar-dijo Peter

-Igual arreglaste todo al final. Además, detuviste una organización de la que ni siquiera los Vengadores con todo su dinero y recursos habían descubierto en años-dijo América-. Creo que te valoras menos de lo que deberías, de verdad eres espectacular.

-Gracias, América-dijo Peter sonriendo.

Kate veía la interacción entre Peter y América un poco incómoda. Sentía algo en el estómago, eran... ¿celos?

-Bueno, no quiero ser aguafiestas-dijo Yelena consultando el reloj de la sala-, pero si no nos vamos a dormir ahora no nos vamos a poder levantar mañana. Y al viejo pirata no parece que le guste la impuntualidad.

-En ese caso, voy a llamar a mi tía antes de acostarme-dijo Peter agarrando su celular y levantándose del sillón-. Buenas noches, chicas.

-Adiós, Parker-dijeron las tres mientras Peter se iba.

-En fin, a mi siempre me ha gustado madrugar así que me pinto de colores-dijo América también levantándose-. Adiós, chicas.

-Bye, América-dijo Yelena.

-B-Buenas noches América-tartamudeó Kate cuando América le sonrió antes de irse. Cosa que no pasó desapercibida para cierta chica rubia.

-¿Qué me cuentas, Kate Bishop?

-¿Puedes dejar de llamarme así?-pidió Kate-. En serio, es aterrador como lo dices.

-Lo siento, viejas costumbres-dijo Yelena-. ¿Cómo has estado, Kate?

-Bastante bien, de hecho-dijo Kate-. He estado viviendo con Clint estos meses y me ha ayudado con todo este proceso de ser su sucesora y superar lo que pasó con mi madre en Navidad.

-¿Qué pasó con tu empresa?

-Tengo dieciséis años, Yel, no podría tomar el mando aunque quisiera-dijo Kate-. Jack se quedó con Bishop Security, creo que de hecho va a fusionar las empresas de su familia con la mía.

-Bien por él-dijo Yelena-. Y pensar que tú creías que él era el que estaba detrás de todo en Navidad.

-Lo increíble es que Jack no me haya guardado rencor por eso-dijo Kate-. De hecho, estamos mejor que nunca. Hablamos por teléfono cada semana. Por eso supe que se iba a postular para alcalde.

-Excelente, yo votaría por él. Nueva York necesita a alguien como Jack dirigiéndola-dijo Yelena-. Cambiando de tema, ¿qué te parece esta nueva vida tuya?

-Al principio, estaba bastante nerviosa-dijo ate-. Pero creo que podré manejarlo. Me gusta estar aquí.

-¿Porque vas a poder entrenar con los Vengadores?-preguntó Yelena con una sonrisa traviesa-. ¿O porque vas a vivir durante un año junto a la chica estrella?