No Mires Atras

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Milagrosamente, hoy es un dia nublado. Estoy contemplando una foto de mi madre cuando tenia mi edad, realmente me parezco a ella. Papa casi no habla sobre ella y en verdad me molesta que no lo haga, pues yo no la conoci tan bien como el y despues de diez años, lo que se de ella se me va olvidando, aunque piense en ella siempre, y no quiero que sea asi, no quiero que llegue el dia en que recuerde que tuve una madre pero solo eso, no como era, que le gustaba, y pensar en eso me aterra.

Asi que me dispuse a buscar todo tipo de informacion sobre ella, primero en sus miles de notas, luego en sus diarios, luego los libros que leia y trate de descifrar su caracter, su personalidad y yo creo que ella era una persona bastante alegre pues en todas partes dibujaba caritas felices.

Y por ultimo, voy con papa, se que no dira mucho pero algo es algo.
Bajo a la sala y papa esta sentado leyendo un libro que realmente es una novela la cual se llama Paris, dentro de 2 semanas papa y yo queremos a Paris a visitar a mi tia Helem, hermana de mi mama.

-Oye papa, cuentame sobre mi madre, porfavor.
-Le gustaba ir a Paris- dijo señalando el libro.
- ¿A que iba?
- A visitar a tu tia Helem, por eso vamos cada año, porque a Marie le encantaba ir.

Me quede callada por un rato, y luego dije:
- Voy a hacer mi maleta.

Me diriji a mi habitacion, comence a hacer mi maleta mientras escuchaba
"Fancy" de Iggy Azalea.

Cuando termine de hacer mi maleta, sali de la casa y fui a Starbucks.
Por suerte mi amiga Sasha estaba ahi asi que me haria un poco de compañia.

-Hola Lindsy, me alegro de verte.- dijo sonriendo.
-Yo igual, ¿me esperas un momento?.
-Claro.

Fui a comprar un mocka y volvi con Sasha.
-Dentro de dos semanas voy a ir a Paris, a visitar a mi tia Helem.
-Cool, a papa lo invito a comer el presidente dentro de dos semanas, asi que lo acompañare.
-Genial, puedes pedirle lo que sea, como que te quiten esa horrible espinilla que te salio en la frente.
-¡¿Que?!
Me heche a reir, su cara de espanto hizo que no parara de reir y cuando tome un poco de cafe, se me atoro por la garganta.
-Es mentira.
-Gracias a Dios, Lindy, eso no fue gracioso- dijo aventandome un popote rosado en la cara.
-Si que lo fue.

Comenzamos a reirnos. Estos eran los buenos momentos que pasaba con Sasha, sin lugar a duda siempre terminaban en la playa. Despues de conversar con Sasha una hora nos dirijimos a la playa.