-¿El-el qué? – respondo nerviosa con el corazón a mil y mi respiración agitada.

-Jadear de esa manera tan caliente, porque eso me excita demasiado y morder tu labio, porque eso es demasiado sexy y adorable y me dan ganas de besarte y morderlo yo, así que si lo vuelves a hacer no te aseguro que pueda controlarme y puede que te lo haga aquí y ahora, en esta cocina, me lo hayas pedido o no. – susurra con la voz aún muy ronca apoyando su frente contra la mía, mirándonos a los ojos y perdiéndonos en ellos.

Siento como el aire abandona mis pulmones, como mi corazón amenaza con salirse de mi pecho, soy consciente de nuestras respiraciones irregulares, de repente mis piernas se han vuelto de gelatina y no pueden sostenerme, siento que me voy a caer... Él no me va a besar, no hasta que yo lo pida... ¿Lo hago? ¿Se lo pido? ¿Le beso yo? ¿Si o no? ¿Qué hago? ¡Agh! Mientras me debatía aun mentalmente Tyler se alejó de mí con una sonrisa ladina en su rostro. Yo por un momento sentí que me caía y tuve que retroceder hasta pegarme a la pared y así sostenerme un poco, esto era demasiado para mí... ¿Por qué me estaba pasando todo esto?

-¿Qué querías? – preguntó Tyler sacándome de mis pensamientos.

-So-solo... Venía a preguntarte como debía ir vestida para la cena, informal, más arreglada... No sé. – musité intentando recomponerme.

-Si fuera por mí irías desnuda... Pero no me gustaría que Dylan y Ty te vieran así. – murmuró Tyler con un tono muy picante.

-¡Tyler! – le regañé.

-Vale, vale, vale, torbellino. Vístete cómoda, para algo estamos en casa, pero no en chándal. – rio Tyler.

Yo salí disparada de allí sin mediar palabra ya que estaba realmente nerviosa y en cierta manera excitada. Tyler era muy sexy, caliente y sabía que tenía que hacer para acelerar tu pulso...

Ya era casi la hora de que llegaran los chicos, al final me había decantado por ponerme unos jeans ceñidos vaqueros oscuros de tiro bajo, una camiseta de tirantes color blanca que es más corta por delante que por la parte de atrás, dejando así al descubierto parte de mi barriga, exactamente llegaba por arriba de mi ombligo, viéndose mi piercing del ombligo y parte del tatuaje de las golondrinas. Cogí también mis Vans negras y recogí mi pelo en una cola alta dejando suelto unos cuantos mechones de pelo por delante. El maquilla el de siempre, un poco de delineador negro, rímel y gloss rosa para los labios.

Estaba nerviosa, para que negarlo, no sabía cómo iba a afrontar una situación tan tensa después de lo que había pasado, Dylan y Tyler en la misma mesa...

Suspiré pesadamente y decidí salir al comedor a esperar a los chicos con Tyler.

-Hola torbellino. – escuché susurrar en mí oído a Tyler mientras me abrazaba por la cintura desde atrás.

Yo di un salto del susto y me solté de su agarre nerviosa causando así que casi me cayese y que Tyler se riera de mí.

-¡Casi me matas del susto! – exclamé furiosa.

-Eres una exagerada... – dijo con burla.

-¿Exagerada? ¿Te parece normal agarrarme por atrás y susurrarme al oído sin hacer ningún ruido? – inquirí molesta.

-¡Oh, venga! ¿Quién pensabas que era? ¿Un fantasma? ¿Un asesino? – respondió con sorna.

-¡No pensaba nada! Solo me asustaste porque no me lo esperaba. – espeté.

Tyler seguía riéndose de mí justo cuando tocaron a la puerta. Me giré en dirección a esta para abrir, pero Tyler se me adelantó. Mis nervios estaban a flor de piel ¿cómo iba a reaccionar al ver a Dylan? Madre mía... Esto no ha sido muy buena idea, quisiera meterme bajo la cama y quedarme allí lo que me queda de verano...

LEARNING ENGLISH. (Tyler Hoechlin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora