1. All I Want.

22 5 7
                                    

Me gusta creer que las distintas historias de amor contienen alguna clase de chispa, que hace que sean tan difíciles de contar, y al mismo tiempo tan placenteras al comenzar a oír.

Nuestra chispa se presentó el primer día, un 9 de noviembre de un año que no debería mencionar.

Su mirada encontrando la mía, causó escalofríos que nunca en mi vida había logrado obtener, quizás no había encontrado el amor hasta que su mirada se centró en la mía, y me hizo saber que para alguien, era el sol. Gracioso, ya que más adelante te contaré esa analogía.

21:00 PM

El frío lograba cubrir mis brazos, mientras una melodía conocida tomaba forma en el escenario frente a quizás 20 personas. El pequeño concierto que estaba ocurriendo, había llamado mi atención. No por algo en específico, simplemente, por la canción tan extraordinaria que la cantante estaba interpretando. All I Want, de Kodaline, fue el inicio, de esta historia que me gustaría decir que no ha tenido un final. A pesar de que lo tiene.

[I lay in tears, in bed all night...]

-Puedo asegurarte que no estarás sola esta noche, si me lo permites.

Sus ojos oscuros, haciendo contraste con todas las personas que habían a nuestro alrededor, se habían perdido totalmente en mi mirada, mientras que una parte de mí trataba de descifrar en qué momento este sueño terminaría. Tan solo para descubrir, que no era un sueño. Todo estaba ocurriendo frente a mí, sin lugar a fantasías, tan solo a la realidad.

-¿Te conozco?-mi voz sonó un poco más baja que de costumbre.

-Sólo si quieres hacerlo. Nicolás, un placer.

-Arabella.

-Un nombre tan precioso como quien lo lleva. Eres de por aquí? Nunca te había visto en este lugar.

-Soy de donde esté sonando mi canción favorita.

-Debo decir que es algo deprimente que All I Want sea tu canción favorita, Arabella.

-No me interesa que sea deprimente, su letra me recuerda a muchos momentos bajos en mi vida.

-¿Quién te ha roto el corazón?

Y parecía ser un instinto, que escuchar esas palabras hizo que mi cerebro recordara toda la tortura que había sido el año pasado. Nadie había roto mi corazón, yo misma me esforzaba por hacerme creer aquello. Y había funcionado por suficiente tiempo, como para arruinarlo todo justo ahora.

-Nadie, Nicolás. Y debo admitir que es valiente de tu parte acercarte a una chica que acabas de conocer y hacerle esa pregunta.

-¿Vas a decirme que nadie te ha roto el corazón? Arabella, déjame decirte que absolutamente todos los corazones tienen por lo menos una grieta. No me harás creer que el tuyo es la excepción.

-¿Y quién rompió el tuy...?

-Ella Thompson.

No había siquiera tomado aire antes de responder aquello. No tenía idea de quién era esa chica, pero parecía ser sincero al respecto. Antes de poder decir algo en respuesta, la melodía de su voz se me adelantó unos segundos.

-Sé que no sabes de su existencia. Y precisamente es esa la magia de lo desconocido. Esta noche, somos un par de conocidos, pero si nunca volvemos a vernos, no tendré temor a que la gente sepa quién rompió mi corazón, porque todo es temporal. En especial esta noche, quizás, Arabella, la vida nos deje coincidir de nuevo. Pero si no es así, siempre sabrás quién derrumbó mi vida en un momento.

Silencio. Y por un motivo desconocido, sus palabras me provocaron tanta confianza, como si de un amigo de la infancia se tratara. No podía negar que mencionar su nombre aún dolía, pero quizás esa noche, el dolor podía valer el resultado.

-Sebastián Viotto.

-Y ahí está mi respuesta.-dijo con una amplia sonrisa.-Te pregunto algo, Arabella.

-Me preguntas algo, Nicolás.

-¿Quieres ser por siempre una desconocida para mí?

Confusión. Era la única manera de describir mi mente.

-Explícate.

-Sabes quién rompió mi corazón. Sé quién rompió el tuyo. Si permanecemos como una pareja de desconocidos, puedes estar segura de que nunca saldrá a la luz. Pero...si no quieres que seamos desconocidos, corres el riesgo de que en algún momento, aquello pueda ser relevante en mi vida.

-Puedo decirte, que eres mi desconocido más conocido hasta ahora.

-Y yo puedo responderte, que moriría por ser más que un desconocido para ti.

Creo que una de las cosas que me hicieron permanecer a su lado, fue la manera de cautivarme. No había un solo paso que diera en falso, no había una palabra de más, ni alguna que faltase, toda la noche estaba siendo un recuerdo al que en un futuro siempre volvería, tal y como en este momento me lees hacerlo, desconocido.

Recuerdo bien, que esa noche parecía ser planeada, cada detalle suyo parecía una escena que podrías guardar en una bola de cristal, para colocarla en una repisa cada navidad.

Si bien habíamos comenzado a hablar en aquella pequeña plaza en la que una cantante local se estaba presentando, nuestra conversación siguió sin parar hasta que llegamos a un puente que por las noches, una gran cantidad de luces lo iluminaban. Sonará apresurado, pero a pesar de que el tiempo a su lado había sido efímero, las luces no hacían comparación alguna a aquél par de soles que él llamaba ojos.

Con el poco conocimiento que en ese momento tenía sobre Nicolás, pude saber con certeza que su partida no sería como cualquier otra. Probablemente dirás "es la primera noche y ya estás pensando en su partida", y yo podré responderte, que toda mi vida se ha basado en esperar lo peor de cada situación. De cada canción, espero el final. De cada amistad, espero la traición.

De cada romance, espero el final. La soledad.

Espero que termine de la peor manera, para así saber que al menos, lo viví.

Que este recuerdo no es un sueño que mi imaginación hizo, sino uno, que logré vivir despierta.

La primera estrella de mi mar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora