Capítulo XXI - No hay marcha atrás

118 7 2
                                    

Me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos...
Y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas 

Estaba recogiendo mis cosas cuando de pronto sonó el

teléfono.

-¿Sí?

-Dani, soy Susana, creo que te estás precipitando, espérate,

arregla tus cosas y entonces ven, este zoquete no te ha dicho nada pero debería

haberlo hecho, tu familia se va a preocupar si desapareces de golpe y al chico

con el que compares piso le tendrías que decir algo ¿No crees?

-Susana, necesito alejarme de oda esta mierda para no

perjudicar a las personas que me importan.

-Mira Dani, entiendo que quieras alejarte de lo que te haya

pasado pero no puedes hacerlo así, ahora estás con el calentón y no piensas

pero siéntate, tranquilízate y después, cuando lo hayas solucionado yodo vienes

si quieres, pero hazme caso.

-Está bien... ya te está saliendo la vena de madre.

-¿Hombre que esperabas?

-Pues te dejo que voy a empezar a arreglarlo todo.

-Muy bien cielo, Adiós.-Dijo antes de que colgase.

Una vez eso me puse a terminar de recoger todas mis cosas y

ponerlas en cajas. Cuando terminé de vaciar todo me di cuenta que en mi coche

no iba a caber todo y todo tampoco lo iba a necesitar allí pero no podía dejar

las cosas en esta casa si ya no iba a seguir viviendo aquí, no iba a seguir

pagando un piso donde ya no iba a continuar viviendo... me puse a pensar, a Javi

no se las podía llevar porque no estaba de humor, Rodrigo seguro que hacía

miles de preguntas, en Alice ni pensaba, solo me quedaba... de pronto sonó mi

teléfono.

-Hola mamá, justo ahora estaba pensando en ti.

-Hola Dani, ¿te pillo en mal momento?

-No, solo estaba sacando cosas del piso...-Dije pensando cómo

decirlo sin mentir.

-¿Limpieza general?

-Algo así...

-Vaya, no sé cómo tomarme que te acuerdes de mi cuando haces

limpieza general.

-No era por eso...

-Vale... bueno a lo que venía, que te llamo para decirte que mañana

hay comida de familias.

-¿Qué?-Lo peor que podía pasar era hacer una comida donde

Alice y yo nos encontrásemos.

-Pues eso.

-¿Y a Alice le ha parecido bien?

-Pues no sé chico, me he encontrado a su madre antes en la

calle y lo hemos dicho, pero esta vez en nuestra casa.

-Ya, o sea que habéis decidido así hacer una comida sin

consultar nada... me parece estupendo.

aceptando lo inevitable (Editando)Where stories live. Discover now