– Wanda... estoy preguntándote algo y ahora me dices que ni siquiera somos amigas como para que me aconsejes sobre mi vida... ¿Cómo quieres que reaccione?

– Baja la voz – Advirtió con calma acariciando sus brazos – Tenemos que poner límites... – Emitió rendida juntando su frente a la de ella

– Malysh... ¿Qué límites? – Preguntó tomándola de la cintura

– Límites entre nosotras – Respondió alzando la vista hacia ella aunque fue un mal movimiento, pues sus rostros ahora estaban cerca

– No quiero límites entre ambas, todo lo contrario

– Láska... – Tenía tanto en mente, en lo principal no se hacían bien estando cerca de la otra, juntas no hacían una buena pareja

– Wanda...

– Has estado pensando en mí estos días de manera muy sugerente – Intentó empezar a explicarse por algún lado

– ¿Y tú no?

Las manos de ambas ya estaban en el cuerpo de la otra, que sus bocas hayan empezado a moverse juntas fue cuestión de tiempo, se sonreían, al separarse a parte de tomar aire se veían a los ojos, sabían que si empezaban a hablar el momento terminaría y ninguna quería eso.

Cayeron al sofá, Natasha a horcajadas de Wanda, no dejaban de besarse, pasó las manos por las piernas de Natasha apretándolas a su gusto llegando a atraerla más a ella por el trasero, sintió sus labios bajar por su cuello, Wanda se deshizo del suéter que llevaba puesto su esposa, apretó sus pechos con fuerza, Natasha jaló el vestido de Wanda hasta su cintura colando sus manos hacia su piel, empezó a bajar con besos por su cuello quitando completamente el vestido, pasó la boca por en medio de sus pechos hacia su abdomen, quito la ropa interior de Wanda y con rapidez pegó los labios a su centro haciéndola gemir y disfrutar, intentaban hacer el menor ruido posible.

Sentirse ambas tan cerca era como si nunca hubieran estado lejos, como si sus cuerpos supieran exactamente qué hacer, como si pertenecieran a la otra.

Cuando recibió su primer orgasmo besó a Natasha poniéndola debajo suyo, se apropió de sus pechos con besos húmedos y chupándolos, mientras se deshacía de esos pantalones negros que acentuaban su figura, volvió a besarla dirigiendo una de sus manos a su intimidad acariciándola con cuidado, no evitó reír al escuchar como gemía.

– No podemos hacer todo el escándalo que queremos como antes... – Susurró Wanda mordiendo su mejilla con suavidad

Empezó a bajar los labios con besos por su cuerpo, hacia dónde sus dedos estaban, la veía a los ojos mientras se hacía espacio para introducir su lengua, adoraba tanto su sabor, había extrañado cada segundo a su lado en todos los aspectos.

Natasha al recibir su primer orgasmo mientras tenía la mano de Wanda en la boca para evitar el ruido, se recostó esperando que su esposa suba por su cuerpo, empezó a besarla ni bien lo hizo, acariciando su espalda atrayéndola a ella con fuerza, sus respiraciones estaban agitadas, pero no querían separarse, ambas estaban listas para continuar, pero tampoco habían tenido tiempo para sólo abrazarse y besarse, así que aprovecharían ese momento.

Wanda se levantó un poco tomando una de las mantas de la sala cubriéndolas a ambas, no hablarían, sólo estarían juntas dándose mimos mientras se veían a los ojos.

Sus narices se acariciaban mientras se daban pequeños besos y se abrazaban, tocaban sus cuerpos desnudos, jugaban con sus manos y no decían nada que pueda arruinar el momento.

El tiempo pasó y el llanto de su bebé las despertó, se notaban incómodas, la situación era extraña, Wanda se levantó poniéndose su vestido con rapidez para ir por su bebé, Natasha tomó la manta para cubrirse.

Betrayed | ScarletWidowWhere stories live. Discover now