Desinhibida

477 48 66
                                    

Capítulo 9



—He estado pensado sobre nuestras reuniones .
— ¿Qué pasa? Su corazón latió con fuerza. Franco iba a dejar de venir solamente porque le había preguntado sobre su familia y se había referido ¿a su padre ?

— Soy consiente que tomé un compromiso contigo, dije que te asesoraría con todo lo relacionado a temas sexuales. Debo honrar mi palabra, sin embargo, nosotros debemos implementar algunas modificaciones.

— ¿Qué tipo de modificaciones '?

— Deberíamos centrarnos en nuestras lecciones. Usted no debe indagar sobre mi vida personal y yo no preguntaré detalles de su vida.

— ¿Volvemos a tratarnos de usted?, a veces no te entiendo. ¿Por qué no podemos conocer más uno sobre el otro?.- sonaba como si ella estuviera rogando por algunas migajas de su atención, pero no podía desistir de hacerlo. Nunca había conocido a nadie como Franco Reyes.

— Quiero entenderte, eres fascinante para mí .

—¿Entonces ? -Él replicó, que tiene que ver tu fascinación con esto? ¿entenderme ?. Si nosotros nos encontráramos en la calle , ¿te detendrías para conversar conmigo?, ¿qué es exactamente lo que esperas lograr?.

— En serio, ¿me estás preguntando eso?, que quede claro que FUISTE TÚ, quien me pidió que no te saludara si te vería paseando por la calle.- Las mejillas de Sara se veían muy rojas, no podía evitar sentirse un poco furiosa.

Ese pequeño arrebato, encendió el corazón de Franco, le encantaba verla así, molesta, peleando y no asintiendo a todo lo que èl decía.

—Es verdad, fui yo quien lo pidió, pero seamos sinceros, si no lo hubiera hecho, ¿lo harías de todas formas?

Sarita ignoró la pregunta. —Meramente me siento curiosa sobre ti.- ella respondió tranquilamente, esforzándose por permanecer serena e incapaz de creer cuan agitado se había puesto Franco ante preguntas tan simples. No es un crimen.

—No, no lo es , él finalmente concordó. Pero, ¿con qué propósito haces las preguntas ? No puede haber algo entre nosotros mas allá de esta habitación.

—Entiendo eso, ella replicó con calma.

Pero era tan terrible intentar fingir lo contrario. Franco era un rayo brillante de luz en su existencia triste que iluminaba completamente su mundo. Por primera vez, tenía algo que esperaba ansiosamente, y tenía a alguien sobre quien pensar continuamente.

—¿Qué daño puede haber en que nos conozcamos mientras estamos aquí juntos?

— No es una cuestión de daño, Sarita, -él dijo mas suavemente. Simplemente tengo miedo que estés alimentando un sueño tonto.

—¿Por qué llamas tonto al hecho que quiera ser tu amiga?

— Sospecho que estás llamando a esto amistad, pero estás fantaseando algo completamente diferente. Tal vez te imaginas que estaré tan excitado con estos encuentros que me casaré contigo y que viviremos felices para siempre.

Su declaración estaba muy cerca de la verdad y Sara difícilmente podría negarla. Nunca sería una mentirosa profesional y no podía negar el creciente afecto que alimentaba por Franco. Secretamente, fantaseaba con proclamar su relación al mundo entero, aunque fuese totalmente en contra a las reglas de la sociedad en la que vivía.
Era ridículo, estar enamorada como una adolescente, pero no podía evitarlo.

— ¿Sería tan terrible que nosotros pudiéramos esperar algo mas de esto?

Oh, Sarita . . . Él cerró sus ojos , su pregunta era dolorosa de oír . Y si me tuvieras ? Qué harías conmigo? Él se pasó una mano por su cabello. Yo ya pasé por esto con mi esposa. Ella estaba segura que nosotros tendríamos el romance del siglo.

¿Lecciones sensuales? PDGV Franco y Sarita Where stories live. Discover now