{~╎Capítulo 2╎~}

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Ruby:

Que me parta un rayo si esto está pasando.

—¿Chelsea, qué crees que haces? —mi voz falla, y los nervios se encienden en mi.—

Ella sigue sin responder. Deja besos húmedos por todo mi cuello y su recorrido se extiende hasta mi mandíbula, su respiración se acelera y se vuelve caliente, haciendo que me estremezca. Algunos hilos de placer recorren mi cuerpo, y puedo jurar que me odio en estos momentos por disfrutarlo.

Yendo contra todo lo que siento, pongo mis manos en sus hombros y logró alejarla un poco de mi.

—Chelsea, no...—la miro con mi respiración echa un desastre y mi voz jadeante.—

—¿Quieres que pare? —me pregunta con una voz tan suave como la seda, pero teniendo aún ese toque fino y filoso, junto con cierta picardía.—

—No —contestó. Y esto señoras y señores, se llama traición del cuerpo.—

Otra vez se acerca a mi y besa mi cuello, esta vez más posesiva. Sus besos recorren todo mi cuello hasta mi oreja, y la muerde ligeramente, robándome un pequeño gemido. Ella gime levemente en mi oído y es el sonido más sexy que he escuchado en mi vida.

—¡Chicas, les traje algo de comer!

Al escuchar la voz de la señora Nerissa a centímetros de la puerta, me separo del cuerpo de Chelsea como si quemará y me siento rápidamente en una silla, Chelsea se sienta en la cama y se tapa la cara con un libro que encontró al lado suyo.

—Supuse que necesitarían energía para su proyecto y les traje galletas y algo de jugo —la señora Van Der Zee, abre la puerta con una bandeja en las manos y la deja en el escritorio.—

—Gracias, señora Nerissa —hablo, tratando de sonar relajada.—

—De nada —me sonríe, pero igual que antes, parecía forzada— Bueno, las dejo estudiar, que lo disfruten —dicho esto, se va de la habitación y cierra la puerta.—

Chelsea se deja caer en la cama con una sonrisa risueña.

—¿Y tu de que te ríes, idiota? —digo de mala gana, con mis mejillas sonrojadas.—

—Me encanta lo rico que sabes.

El corazón se me acelera y mis mejillas se tiñen más rojas de lo que están. Apoyo mis codos sobre el escritorio y me tapo la cara.

—¿Quieres dejar de decir eso? —digo— Apenas nos conocemos...

—¿Necesitamos conocernos para saber lo obvió? —contesta ella.—

—Mejor terminemos el proyecto —intento cambiar de tema— Se nos está haciendo tarde, Chelsea.

Ella suspira.— Esta bien.

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Ya es de noche y todavía sigo en la casa de Chelsea. No hemos vuelto a hacer lo de esta tarde. Es mejor guardar distancia con ella, terminó el último párrafo y me acuesto en la cama de Chelsea, exhausta.

—Terminé —solté en medio de un suspiro.—

—Buen trabajo —menciona de manera seria.—

—Creo que estás admitiendo que yo hice casi todo el trabajo.

—Yo también hice algunas cosas —me mira con el ceño fruncido.—

Bufé.— Si claro.

—Que aburrida eres —menciona irritada.—

Buena jugada || Chelby AUWhere stories live. Discover now