❥ ; 17 - Yo seré el líder

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—Kaveh, relájate...

Alhaitham tomó asiento junto a su marido y posó su mano sobre la impropia. Llevaban un rato esperando mientras el doctor examinaba a Yarim, el primer celo era el momento en que por fin sabrían si se trataba de un alfa o de un omega y, aunque él también estaba nervioso, trataba de no mostrarlo tanto.

—No quiero que sufra como yo lo hice, quiero que sea un alfa como tú, Alhaitham...— dijo Kaveh con los ojos cristalizados. —Me da mucho miedo, es mi niño, nuestro niño, y si algo le pasara yo no sé qué haría...

—Aunque sea un omega no tiene por qué sufrir... no vamos a dejar que le pase nada malo— dijo el mayor y atrajo a su chico para abrazarlo. —Vamos a esperar los resultados de las pruebas.

No mucho después, el doctor salió y Alhaitham alzó la vista hacia él antes de levantarse junto a su marido. Ambos estaban ansiosos por los resultados, aunque él ya había pasado por ello tres veces con sus hijos mayores.

—Yarim está bien, está sano y todo es perfectamente normal para su edad— comentó el médico con una expresión tranquila. —No es algo tan claro como con los gemelos, así que probablemente sea recesivo, pero es un alfa.

Kaveh comenzó a mecer la cola y se abrazó a su marido con fuerza. Era un alfa, era lo único que pedía que fuera, al menos sabía que no iban a poder abusar de él como lo hicieron en el pasado con su madre.

—¡Es un alfa! Me alegro tanto... Quiero ver a mi niño— insistió él omega. Sabía que debía preguntarle otra cosa, pero en ese momento se le había olvidado por completo.

—Claro, seguro que le necesita— dijo el doctor. —En cuanto pase el celo, me gustaría hacerle más pruebas para corroborar, le recetaré algunos calmantes suaves para que sus hormonas no le supongan tanto problema hasta que se regulen solas.

Kaveh asintió y entró corriendo a la habitación para abrazar a su pequeño. Los adolescentes en su primer celo eran adorables, luego se volvían más calenturientos y hormonales, pero por el momento Yarim seguía siendo su lindo y dulce niño. Luego de unos minutos, Alhaitham también apareció y se sentó en la cama junto a ellos. Había estado hablando con el doctor sobre las medicinas y también sobre algo que definitivamente Kaveh parecía haber olvidado con el tema del celo.

—¿Cómo estás, hijo?— preguntó Alhaitham en tono cariñoso y acarició la cabeza del niño.

—Me duele todo... pero me alegro de ser un alfa, quiero ser como tú...— le dijo directamente a su padre.

Kaveh se sintió un poco dolido con ese comentario. Sabía que a pesar de todo era débil, más que Alhaitham, más que cualquier alfa. Soltó un momento a su hijo y acarició su mejilla de forma delicada.

—Vas a ser un gran alfa cariño...— "sé lo que yo nunca pude ser", pensó.

Alhaitham pudo sentir el dolor de su marido a través del fuerte lazo que les unía y se acercó más para tomar la mano de este.

—No se trata de ser un alfa o un omega... se trata de que eres nuestro hijo, eres el hijo de dos líderes natos y por ello vas a ser un gran hombre— dijo el mayor y se acercó para besar la frente de su hijo.

El pequeño se dio cuenta de lo que había dicho y miró a su madre con las orejas agachadas. Inevitablemente veía a Kaveh más débil, pero era por lo que le habían enseñado, al final era muy complicado cambiar la perspectiva de la sociedad.

—Gracias... Nunca lo digo, pero os quiero mucho— dijo el pequeño. No solía mostrarse así, tan humano.

Alhaitham sonrió ligeramente y no dudó en tirar con suavidad de ambos para abrazarlos.

Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin