Capítulo 2

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Un escalofrío recorre mi espalda. Escuchar su nombre me pone muy nerviosa. Desde aquel día no he vuelto a verle. Sé que hay muchos rumores de qué fue lo que pasó, pero nadie, ni siquiera mi mejor amiga, sabe la verdad.

Mi entorno comenzó a creer que llegué a superar a Nino, repetí tanto que me daba igual que hasta yo misma llegué a creérmelo.

–Eva, es normal que vuelva – susurro suavemente mientras aparento normalidad. –Sus padres, su familia y sus amigos siguen viviendo allí, al igual que nosotras.

Y es la realidad. Tampoco es la primera vez que vuelve, o eso creo. Esto ha pasado más veces y, aunque al principio me angustiaba el hecho de poder encontrármelo en cualquier parte, nunca llegó a pasar. Con el tiempo aprendí a prepararme para encontrármelo. Imaginé miles de veces cómo sería y cómo reaccionaría al toparme de nuevo con la persona que me traicionó.


–No es normal, las dos sabemos que nunca hace nada porque sí– hace una pausa para continuar, pero antes de poder siquiera empezar se para en seco.

–¡Eva! – Exclamo mientras miro hacia la fila de coches aparcados buscando el punto exacto que ha dejado paralizada a mi mejor amiga

–Es el pollero...que diga ¡Tomás! Me está llamando, ya sabes le dijimos que no volveríamos tarde y se preocupa...

No entiendo nada. Tampoco insisto, quizá son solo cosas mías. A Eva siempre le dio miedo todo lo que conllevaba Nino así que no la culpo por ponerse tan nerviosa.

Sé que le debo la versión real de lo que pasó. Es mi mejor amiga y siempre estuvo a mi lado. Llevo tiempo queriendo contárselo. Desde que nos vinimos a vivir a Madrid el tema me da vueltas en la cabeza ,pero cuando he ido a hablar...las palabras simplemente no salían de mi boca.

Tampoco sé por dónde empezaría.

La semana en el trabajo es una locura, se acerca la entrega de informes mensuales y la gente está como loca ultimando detalles. Salgo un par de días entre semana con mis compañeros a tomar algo después de jornadas interminables , aun así, no dejo de pensar en Eva.

El jueves a las 10 de la mañana, mientras saco mi café diario de la máquina en la oficina, saco mi móvil y le escribo un mensaje. Quiero dar el paso.

~Necesito que hablemos del tema. Nunca llegué a contarte todo...~

Vacilo antes de pulsar la tecla de enviar. Claro y conciso, ¿está bien no? A la mierda, y pulso enviar. Contesta bastante rápido. El líquido que sale de la máquina no ha rozado el límite del vaso cuando recibo el mensaje de vuelta.

~Vente a casa cuando salgas de trabajar~

Vaaale. Es el momento. Sonrío hacia mis adentros antes de llegar a mi mesa para volver al trabajo duro. Hoy voy a quitarme un peso de encima, para bien o para mal.

Me miro las manos mientras espero a que Eva abra la puerta.

–Estamos solas –escucho que dice antes de ni siquiera verle la cara.

Está ansiosa. Como yo.

Ha preparado un par de batidos de oreo. Sonrío. Desde que vimos la receta por tik tok es nuestra merienda estrella. Solo la preparamos los viernes con más contenido que analizar en el grupo.

Nos sentamos la una frente a la otra en el sofá.

–A ver... – comienzo a decir mientras cojo un cojín para ponerlo encima de mis piernas y abrazarlo. Me va a hacer falta.

Durante todo el camino hasta aquí me he mentalizado al igual que he hecho los últimos años en no llorar.

–Ya sabes que durante estos cuatro años ha habido muchos rumores, aunque el "oficial" que más hemos escuchado es que la misma noche del accidente, Nino me puso los cuernos con Marta. Voy a contarte la historia como si no nos conociéramos de nada, para que no se me escape ningún detalle.

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⏰ Last updated: Sep 24, 2023 ⏰

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