Capitulo 1

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No sería ni la primera ni la última vez en tener que curarse y limpiar las heridas de su rostro, es más podría decir que ya era rutinario. Era un precio a pagar a costa de seguir respirando. Maldita sea, no debió de haber pedido ese dinero y menos a alguien como Crocodile.

Si bien ya le habían advertido de ello, decidió probar una vez más su suerte. Si bien, en la mayoría de los casos terminaba por improvisar sus bien conocidas huidas, está no sería su excepción. Pero estando las cosas tan tensas como ahora, le resultaba difícil poder idear un plan. Aparte de que tener que soportar a los dos Alfas como "comandantes" era un dolor de culo. Siendo estos dominantes, era peor.

Agradece eternamente a su suerte no tener ningún género secundario, ya que eso solo complicaría más su fallida existencia. Las golpizas era brutales, sus rodillas raspadas y moreteadas por estar arrodillado tanto tiempo que ya ni se sentía como una humillación. Si quedaba algún tipo de dignidad y honor, la buscaría muy lejos de su isla.

Podía recordar cuando por error de su tripulación, había quedado como la cara de Cross Guild, llevándose todo el crédito. Obviamente esto no fue bien recibido por Crocodile. Mihawk le convenció al mayor que era mejor aprovechar está movida, ya que podían ocuparlo como muñeco de decoración. Y ellos evitarse ser el centro de atención. Aún así no pudo disminuir la ira de sus comandantes.

"Shanks"...- Podría hablarle su amigo pero eso significaría que le estaría dando el gusto de depender de él, como siempre quiso el pelirrojo. Aunque esté teniendo su Vivre Card, no se tardaría en dar cuenta que se encontraba en peligro. Locuras de adolescentes.

Suspiro frente al gran espejo que tenía en su habitación, haciéndole juego a ese tocador blanco, lleno de maquillaje vivaz, perfumes y productos que ocupada diariamente. Por qué a pesar de sus desgracias, tenía que verse presentable. Algunas lámparas de aceite adornaban la gran carpa, tamaños y formas. Alumbrando ese espacio en el que podía ser él. Sin fingir sonrisas y ciertos rasgos tan característicos.

Debido su llamativa apariencia daba a entender que era cierto tipo de persona. Amaba la idea de sentirse halagado por su gente, se revoloteaba el ego con escuchar el llamado de aquellos que ponían toda su fe en sus manos. Siempre había sido bueno para conseguir mazas, desbordando un gran amor y fanatismo a su persona. Aunque su antigua tripulación no fuera tan leal a él.

¡Payaso! Estaba en problemas, ese tono tan autoritario y dominante, significaba una sola cosa. Ser su costal de papas hasta que se aburrieran de ver su patética cara, rogando una y otra vez por su miserable vida. Chillando, orando y pidiendo clemencia por la sola idea de existir.

Su cuerpo no pudo reaccionar, en cuanto mayor entro, sintió un malestar tan fuerte, que necesito sujetarse fuertemente del tocador. Para luego estrellarse su cabeza en este, Crocodile lo había azotado y arrastrado, tirando todos sus productos, unas cuantas botellas se quebraban en cuanto caían al piso.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, sentía cierto líquido cálido apoderarse de sus mejillas y boca. Trato de reponerse, era inútil. Ese grandísimo imbecil era demasiado para su delgado cuerpo. Antes de intentar algo, estaría tres metros bajo tierra.

C-croco bebé por favor...- su voz chillona y temblorosa se hizo presente.- Haré cualquier cosa, lamere tus zapatos, seré su esclavo personal... cualquier cosa, solo para.. ya no más.

Débil, humillado, rebajado y un sin fin de cosas más, pero quería vivir aún, haría cualquier cosa para sobrevivir y escapar.

Tu queridísimo amigo, ha estado merodeando nuestras aguas, ya que al parecer le ha llegado el rumor de que te estamos tratando mal... Buggy, esto es nuestro pequeño secreto, Mihawk ha estado lidiando con el asunto pero necesito que le hables. No quiero ver pelirrojos aquí, son molestos.

El peliazul trato de reaccionar pero al tener tan cerca al más alto, su malestar inicial se incremento, se sentía mareado, su cuerpo colgaba como un trapo entre el gancho de Crocodile, y el maldito olor parecía intensificarse más. Para ser beta, seria normal... ¿No?.

El ambiente era tenso y hasta asfixiante. Trato de contestar pero era como si el perdiera el control de sus extremidades, aunque pareciera que en cualquier momento estas se fueran a separar, lo cual no sucedió.

Abrió los ojos nuevamente, tratando de comprender la situación. Pero su cuerpo descansaba en su amplia cama, con un peso extra encima de el. Quiso hablar pero no salían más de chillidos y algunos balbuceos.

Crocodile le miraba ferozmente, hasta podía notar un brillo amenazante en sus ojos, como el de un depredador, buscando el momento adecuado de atacar. Eso solo podía significar una cosa

"El celo había llegado"

Muy malas noticias, si ya contenerlo era una tarea imposible, en esta situación cuando sacan a relucir su naturaleza, era signo de que preocuparse. Un fuerte olor inundó la habitación, su cuerpo empezó a experimentar otros síntomas, podía sentir sus mejillas arder, su frente sudorosa, arruinando el poco maquillaje que adornaba su cara.

Pero aún así tenía la necesidad de tenerlo más cerca, más caliente, queria cualquier tipo de distancia desapareciera, así era el sentir de los alfas dominantes, se pregunto.
Su mente era todo un caos, por una parte quería huir lejos y no regresar nunca más. Pero su cuerpo reaccionaba de forma diferente.

"Lavanda" Mihawk tenía razón. El pelinegro se acercó a su cuello, oliendo y buscando cualquier otro aroma para confirmar lo que ya se suponían ambos comandantes. Libero un poco más de sus feromonas, aprovecharía el celo. Sería la oportunidad perfecta para terminar de doblegar a ese inútil payaso.

Hay otra maneras para cobrar... lo que me debes maldito bufón.

Buggy únicamente se pudo retorcer bajo aquel cuerpo grande, su mente viajaba por otro lado y su cuerpo era tembloroso, caliente y sensible. No tendría oportunidad ni voluntad para lo que se aproximaba. Trato de enfocar su mirada vidriosa en aquel sujeto. Jadeo al sentir aquel trozo de carne restregarse en su trasero. Pero hasta cierto punto no le desagradaba.

Enlazando al destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora