INFIERNO

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Tras haberme convertido en oyente de la violencia de la cuál Leslie era víctima de manera recurrente estando en manos de Zelo; aun cuando fue solo por un momento, ese hecho me llenó de odio y de rencor, pues desde aquel día mis sueños se convirtieron en pesadillas y en éstas solo podía ver a Leslie siendo maltratada, golpeada y hasta violada por aquel imbécil y eso me enloqueció.

Después de haberla visto en el estado en que se encontraba el día en que habíamos acordado reunirnos, mi mente no paraba de recordarme su mirada dolida, llena de miedo y sobretodo de impotencia al ver cómo Liam caía al piso tras recibir el disparo.

Ese dolor y el innegable arrepentimiento que ella sentía por haberse escapado para ir a nuestro encuentro, fueron lo único que percibí en compañía de su llanto descontrolado mientras trataba de consolarla en el pasillo del hospital. Y aunque no podía evitar que se sintiera de esa manera, en aquel momento hubiera dado lo que fuera porque en lugar de sacrificarse corriendo a los brazos de su abusador para salvar a Liam, nos hubiera permitido buscar alguna forma de ayudarla a escapar del infierno en que se encontraba.

Pero no, ella se fue, aquel mismo día y justo después de ver a Liam y de hablar con él. Después de decirle todo lo que estaba viviendo en manos de Zelo y sin darnos tiempo para detenerla, ella subió a la misma camioneta desde la cual Liam había recibido el disparo horas antes y nuevamente desapareció dejándonos a todos con la misma incertidumbre con la que nos encontrábamos antes de verla llegar al parque.

Desesperado por haber sido oyente del abuso físico y psicológico del que Leslie era víctima estando en manos de Zelo, insistí una y otra vez hasta el cansancio pues yo sabía que era cuestión de tiempo para que aquel idiota la terminara matando si no hacíamos algo.

Finalmente, luego de tres semanas de haber perdido contacto con Leslie, Abraham nos reunió un día para decirnos que por fin tenía noticias para reportar acerca del paradero de nuestra amiga y, ya que Liam seguía estando en cama debido a que aún no se recuperaba del todo de la cirugía que le hicieron para sacarle la bala de la pierna, nuestro líder nos pidió total discreción y nos exigió que no le dijéramos nada a éste para que no fuera a cometer alguna estupidez.

Tras aquella advertencia de Abraham, éste dirigió su dura mirada a mí para pedirme que me controlara también de lo contrario no me dejaría saber nada de lo que sabía y tampoco me dejaría participar en el plan que tenía en acción para recuperarla.

Aceptando, de mala gana, las condiciones de mi jefe inmediato, escuché su relato acerca de cómo había pedido al jefe que investigara sobre el paradero de Leslie y éste había puesto a un par de espías cerca de ella para que la vigilaran en los bares y clubes a los que solían asistir los miembros del Cártel del Pacífico que era la banda criminal de la que Zelo era parte y, de ser posible hasta se mezclaran con los miembros del cártel para seguirlos hasta la casa de Zelo y averiguar todo acerca del sitio en que Leslie se encontraba presa para buscar una manera de liberarla.

Una vez logrando acercarse, no solo hablaron con ella para indagar sobre el estado emocional en que se encontraba, sino que, además, tomaron fotos y videos en donde claramente se evidenciaba la relación tóxica en que Leslie se encontraba sumergida, una en que por momentos parecía que ella disfrutaba porque se le veía besando y abrazando al idiota de Zelo, pero luego, claramente se veía como ella lucía drogada o completamente borracha al estar en compañía del monstruo que tenía por pareja, ese que en algunos videos salía golpeándola y jalándole el cabello en medio de un mar de risas y burlas de los miembros del Cártel que no hacían nada para ayudarla.

Con mis manos formando puños de manera inevitable, noté cómo mis ojos se aguaron al ver las últimas imágenes y recordar con ellas, inconscientemente, la conversación que escuché a través del micrófono que instalé en su ropa el día del disparo a Liam.

Molesto, dolido y preocupado sinceramente por el bienestar de Leslie, cuestioné a Abraham para saber cuál era el supuesto plan que tenía en mente y cuando éste se quedó callado, enfurecí.

- ¡¿Nada?! ¡¿No piensas hacer nada?! – pregunté a los gritos y él solo me observó fijamente antes de contestar con una tranquilidad enserio inquietante.

- No es que no quiera, pero en este momento realmente no podemos hacer nada para ayudarla. Estamos hablando del maldito Cártel más peligroso del país, no podemos solamente llegar a casa de Zelo, tocar la puerta y sacar a Leslie por la puerta principal. –

Tenía razón, lo que Abraham decía tenía sentido, pero mi mente se negaba a aceptar que tenía que quedarme de brazos cruzados pese a saber perfectamente lo que pasaba con la chica de cabellos dorados y ojos celestes que tanto me gustaba desde el primer día en que cruzamos la mirada y, a pesar de que no quería, me quedé de brazos cruzados al igual que lo hicieron todos mis amigos incluido Liam, esperando a que llegara el momento y la orden de atacar para finalmente rescatarla. 

El hacker: Del pasado nadie escapaWhere stories live. Discover now