Inocencia Siniestra

...La moralidad de la etica...parte1

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**Expediente Clínico**
- **Nombre:** Gabriel Carter
- **Edad:** 17 años
- **Fecha de Nacimiento:** 2 de diciembre de 1968
- **Tipo de Trastorno:
** Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
** Transtorno de Personalidad Antisocial (TPA)
- **Fecha de Diagnóstico:** 5 de septiembre de 1983
- **Antecedentes Familiares:** No se dispone de información sobre antecedentes familiares.
- **Antecedentes Médicos:**No se reportan otros problemas médicos crónicos.
- **Tratamiento Actual:** Terapia de conversación semanal con el Dr. Por asignar , medicación recetada: "Sertralina" - Dosis: 50 mg diarios
- **Observaciones Clínicas:** El paciente muestra signos de ansiedad, insomnio y evitación de situaciones relacionadas con el trauma. Presenta una personalidad antisocial, lo que dificulta la interacción con sus pares.
- **Historia de Trauma:** El TEPT de Gabriel Carter se relaciona con un incidente traumático ocurrido en su hogar el 08 de abril de 1982
- **Historial Educativo:** Desconocido...

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El trastorno de personalidad antisocial, o TPA, es un comportamiento que denigra los derechos de las personas o de uno mismo. Son personas que no sienten culpa.

Pueden ser:
- Manipuladores: astutos e ingeniosos para conseguir lo que quieren.
- Impulsivos: pueden actuar sin pensar en consecuencias.
- Agresivos: violentos o amenazantes, entre otras cosas.

Soy el doctor William Foster y empezaré a documentar este caso. Me parece muy interesante, y puede que a alguien le interese. Es el año 1985, en la fecha exacta del 5 de agosto, en algún lugar que no puedo revelar...

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Me gradué de psicólogo clínico hace ya un tiempo. He tenido muy mala suerte para encontrar trabajo, no soy muy afortunado, que digamos.

Hace una semana, recibí una llamada telefónica de una empresa desconocida que estaba en busca de doctores para un sitio específico. Me puse en contacto con el representante de esa empresa, coordinamos las ganancias y los tiempos. Respondieron con una cifra atractiva, pero el único inconveniente era el tiempo: requerían que pasara 3 meses internado en un hospital en las afueras de la ciudad, cerca de un pueblo.

Necesitaba el dinero desesperadamente y acepté su oferta, que incluía un jugoso adelanto. La empresa se comprometió a cubrir todos los gastos de mi viaje, desde el vuelo hasta el hospedaje y las comidas, lo cual me dejó satisfecho.

Pocos días después, un automóvil negro llegó a mi departamento, transportando al personal de la empresa. Me llevaron al aeropuerto, donde abordé un vuelo con destino al pueblo. En todo momento, un escolta me acompañaba en el viaje.

Llegamos al pueblo y el escolta me mostró mi hotel, me dejó allí y se retiró. Antes de que comenzara mi reclusión en el hospital, me informaron que estaban realizando los últimos ajustes para garantizar la comodidad de los doctores. Nos advirtieron que nuestro llamado al servicio podría ocurrir en cualquier momento, por lo que me dejaron esperando en el pueblo.

Pasaron dos días y aún no había noticias de nada. El pueblo era excepcionalmente tranquilo, siguiendo el patrón típico de los pueblos para mí: una iglesia, una escuela, pocos vehículos y un gran cementerio. Hacía tiempo que no visitaba un lugar tan natural, años, de hecho...

En este día, nada extraordinario ocurrió. Decidí regresar a mi hotel para cenar y descansar. Hasta el momento, todo estaba en orden.

El 8 de agosto, ya entrada la tarde, alrededor de las 2 p.m., fui despertado por unos hombres vestidos con trajes impecables. Solicitaron mi presencia para dar inicio a lo que había venido a hacer aquí, y estaba a punto de ganarme mi sueldo.

Llegamos a un edificio que resultó ser imponente, con unos 7 pisos de altura, y cada piso presentaba dimensiones considerables. Me impresionó la fachada del edificio. Aunque aún no sabía exactamente en qué consistiría mi labor, decidí mantener la calma y no dejar que la emoción me dominara. Me entregaron el expediente de un joven que requería mi experiencia profesional.